Es necesario mencionar que el sacudón de Maduro, además de reflejar el nuevo enroque de los enchufados del gobierno, también dejó al descubierto la visión que tiene esta “revolución” sobre otros aspectos de la vida social del país, como es el caso concreto de la juventud, donde el gobierno demostró su clara intención de seguir aupando la ignorancia, el adoctrinamiento, y la sumisión como alternativa ante la falta de oportunidades.
La decisión de unificar el ministerio del deporte con el de la juventud no debe extrañarnos a ningún venezolano, una rápida revisada a los indicadores sociales nos muestra la nula importancia que el gobierno le otorga al tema juvenil, según las cifras develadas por un reciente estudio de la Universidad Católica, hoy existen más de 1 millón 600 mil jóvenes que no trabajan ni estudian (Lo que significa aproximadamente el 20% de la juventud de todo el país). Es necesario que a esta cifra le sumemos los miles de jóvenes que se encuentran emigrando buscando desesperadamente oportunidades o huyendo de la inseguridad, con sobrados motivos, pues cabe recordar que el año 2013 cerró con un aproximado de 24 mil 763 muertes violentas, de las cuales el 70% de las víctimas fueron jóvenes de entre 15 y 25 años. También debemos recordar a los 3.269 jóvenes (en su gran mayoría universitarios) que el gobierno persiguió, encarceló, torturo, y enjuició como delincuentes comunes durante las jornadas de protesta que comenzaron el pasado 12 de febrero. Si empezamos a sumar todos los números, caeremos rápidamente en cuenta que las principales víctimas del gobierno son los jóvenes venezolanos que se encuentran en su gran mayoría, expatriados, desempleados, fuera del sistema estudiantil, presos, imputados o asesinados.
La respuesta del gobierno ante una crisis de tal envergadura, es recortar presupuesto justamente en el ministerio de la juventud para seguir repartiendo los petrodólares entre los militares y la familia Chávez. Como compensación, el presidente Maduro ofrece unos paquetes turísticos a Cuba y Bolivia en la firme creencia de que ser joven es sinónimo de ser idiota. Pero la desfachatez llega al punto máximo cuando deciden nombrar al potro Álvarez como flamante ministro de la juventud, “un ex beisbolista y cantante de música tropical, graduado en la Universidad de Chávez” como le gusta autodefinirse. Es insultante que el Ministerio que tiene como función defender los intereses de la juventud venezolana en un momento tan crítico, luchar por sus justas reivindicaciones de emancipación, de lograr un trabajo digno, de estudiar y profesionalizarse, sea personificado a través de un hombre de la farándula, sin ningún tipo de preparación ni calidad moral. Este es el ejemplo que el gobierno busca implantar en el pro-joven revolucionario.
Ante este cuadro de ignorancia y desidia que muestra Maduro y su gabinete sobre los asuntos juveniles, queremos recordarles que Venezuela entró en el año 2010 en el denominado bono demográfico, lo que significa que la gran mayoría de su población serán personas en edad laboral de entre 15 y 60 años. Estamos hablando de cerca de 6 millones de jóvenes y adolescentes que estarán en las calles del país reclamando su legítimo derecho a tener futuro. Es preciso mencionar, que fueron justamente estas presiones demográficas de jóvenes que decidieron “no calársela más” las que impulsaron las revoluciones en la llamada “Primavera Árabe”, y que lograron derrocar gobiernos dictatoriales que se creían muy seguros sentados sobre las bayonetas de sus militares y sobre los lujos de sus oligarquías corruptas.
“Es la Juventud, Estúpido”
@panizgustavo
Gustavo Paniz: Es la Juventud, estúpido
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