Una visita guiada matutina de Roma haciendo “jogging” atrae a turistas del mundo entero para descubrir los monumentos principales en un tiempo récord.
Para los que no se contenten con saborear helados y pizzas, las visitas guiadas “jogging” permiten conservar las buenas costumbres deportivas durante las vacaciones.
Kristin Karstendotter, una joven expatriada sueca, creó esas visitas en 2012. “Cuando me instalé aquí, me entrenaba para el maratón de Roma. Recorría la ciudad y veía a esos turistas que caminaban en grupo o corrían solos. Me dije que sería muy agradable mostrarles ese aspecto de Roma que veo cuando voy a correr”, explicó.
A las 09H00, un grupo de seis personas máximo se reúne en las puertas del imponente Castel Sant’Angelo.
La visita les hace recorrer las majestuosas plazas de la Ciudad Eterna: Navona, Del Popolo, Venezia, Di Spagna, pasando por la Fuente de Trevi y el Panteón.
A esa hora, la ciudad sólo es frecuentada por los romanos y hay pocos turistas. El grupito tiene la vía libre para detenerse ante los monumentos y escuchar las numerosas anécdotas históricas que conoce su guía.
Los corredores vienen de todo el mundo: dos estadounidenses, dos suecas, una salvadoreña y una lituana.
“En estas visitas participan muchas personas, de los 14 a los 65 años. Vienen sobre todo de Estados Unidos, pero también del resto del mundo: Japón, Israel, África, y hay algunos europeos”, según la guía turística, que lleva ropa deportiva.
– “Será un hermoso recuerdo” –
No es necesario ser un atleta para recorrer esos 7 km en una hora. Aunque muchos de los inscritos dicen ser “deportistas”, Kristin también acepta a corredores principiantes.
“A veces están un poco nerviosos cuando llegan, porque temen no lograrlo, pero al final se sienten agradablemente sorprendidos de hacerlo”, comenta con satisfacción.
Esta visita “jogging” de Roma, publicitada por las redes sociales, los motores de búsqueda y el portal turístico en línea Trip Advisor, permite también evitar las hordas de turistas y el calor del mediodía, al tiempo que elimina los excesos gastronómicos.
“Al caminar se descubre más tranquilamente, pero correr es más divertido. Sobre todo en grupo, porque se comparte el deseo de correr y de hacer deporte, al tiempo que se aprenden cosas sobre la ciudad”, opina Karla, una estudiante salvadoreña en Roma, que participa en la visita.
Los norteamericanos Kevin y Maura Quinn decidieron incluso comenzar su semana en Roma con esta “bella pequeña visita corriendo”.
“Será un hermoso recuerdo” para Maura, quien quedó encantada por “las fuentes, la gente y la atmósfera eléctrica de Piazza Navona”.
La pareja tiene la costumbre de ponerse los zapatos deportivos cuando viaja. “Visitar una ciudad corriendo permite tener una impresión de conjunto, orientarse. Y recorrer una gran distancia en una hora permite ver toda una ciudad en poco tiempo”, explica Kevin.
“Nosotros dos correremos en Roma juntos, pero la diferencia es estar tan bien informados sobre lo que se contempla por un guía”, agrega ella.
De esta forma, un viaje a Italia puede también ser bueno para la línea.
AFP