El pobre gato Mungo terminó en la cacerola del señor Tran Qui y luego en su estómago. Y todo por que el hombre extrañaba “los sabores de su país”, Vietnam. Allí la carne felina es una delicadeza culinaria y sin reparar en qué animal había matado, simplemente atrapó al gato y lo asó con un mechero Bunsen.
Todo esto ocasionó horror en Andernach, en Alemania, donde sucedió el incidente, ya que el animal era mascota de un jubilado local. Cuando fue descubierto, Qui preguntó: “¿Y qué hay de malo en comer un gato?”. Se sospecha que también pudo hacer lo mismo a 30 gatos que han desaparecido en los últimos meses, informó el Daily Mail.
Por esta razón, los dueños no dejan salir a sus gatos y tienen pánico. Qui, por su parte, fue arrestado y tiene cargos por crueldad animal y transgresión de las leyes sanitarias, ya que se prohíbe específicamente el consumo de animales domésticos para la alimentación.
“Eso es aceptable en Vietnam, pero no en Alemania”, informó el vocero de la Policía. Qui, padre de cinco hijos, coció a Mungo en una salsa de pescado, jugo de limón, cilantro y ajo. Y aunque en su país está prohibido el consumo de carne de gato, se sigue ofreciendo informalmente.
Vía Publimetro.cl