En 1.999 cuando millones de venezolanos votamos por un proceso que está definido en la Constitución Nacional, como un Estado democrático, donde los poderes serían autónomos y además, existiría el Poder Moral, jamás nos imaginamos que en estos tiempos finales de este proceso decadente, el país iba a terminar arruinado, sin un Estado de Derecho, sin la funcionabilidad de las instituciones y sólo bajo una visión de hegemonía, autoritaria y de control total por parte del gobierno.
No obstante, en estos tiempos finales de este gobierno que nunca ha querido asumir sus responsabilidades de su ineptitud y malos manejos y que siempre le echa la culpa a los demás de su ineficiencia, sólo le queda la persecución y la represión a las ideas. Es decir, fueron apropiándose de todo, incluso de los medios de comunicación. Hoy la censura, la auto censura y la hegemonía, constituyen una trilogía sobre la cual el gobierno tiene el monopolio, porque no tienen cómo dar respuesta a los problemas ni esenciales ni estructurales.
La crisis profunda que vivimos en el sector salud echada y vertida a una supuesta inoculación de enfermedades que vienen de otros países o que sectores de la oposición estarían haciéndolo, no es sino la más alta demostración de un gobierno absolutamente irresponsable que ya no tiene ni qué decir ni qué hacer en este país, que no sea sino seguir hundiéndonos en el fango. En estos momentos y como dijo el propio Presidente de la República fenecido, hoy está activada una bomba de tiempo, que es producto de toda esta situación que ha sido manejada por gente inescrupulosa sin principios, sin valores y con un altísimo grado de ineficiencia y de incapacidad para enfrentar los problemas del país.
Es por ello que ante la imposibilidad de seguir engañando a la gente porque están develados ante Venezuela y el mundo, han acudido al expediente negro de la represión, de la percusión y de la intimidación, contra empresarios, estudiantes, dirigentes políticos, sociales y gremiales. Tienen un doble discurso y una doble estrategia, por un lado y mediante una libertad chuchuta le otorgan a Simonovis casa por cárcel temporal, liberan a la estudiante de Trabajo Social, Sairem Rivas, y por el otro, emprenden una cacería de brujas como perros rabiosos, contra Antonio Ledezma y especialmente, el gobernador de Aragua, Tareck El Aissami, para justificar una crisis profunda que vive esa región del país en materia de salud, sobre todo con el tema del Chikungunya, ha asumido un ataque feroz contra el Doctor Ángel Sarmiento, Presidente del Colegio de Médicos de Aragua.
La amenaza qué han vertido sobre mí para allanarme la inmunidad parlamentaria, porque he venido manteniendo una conducta y una línea de acción de la cual nunca me voy a separar, que es la defensa de los valores que transversaliza la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
Piensan entonces, que porque yo haya denunciado a corruptos que hoy muchos de ellos son prófugos de la justicia, otros que siguen instalados en altos cargos del gobierno y otros que han sido protegidos por ellos como es el caso de Hugo Carvajal, me van hacer doblar las rodillas o temblar las piernas y les digo, que este gobierno se equivoca porque no tiene suficiente poder ni fuerza para lograr eso contra quienes tenemos una posición firme y coherente.
Toda esta ola represiva contra dirigentes políticos, empresariales, estudiantes y de los ciudadanos en general, es la más clara demostración de que estamos frente a un gobierno que le llegó su cuarto de hora. Esto ya no da para más y los venezolanos tenemos que prepararnos para construir el camino viable de un cambio definitivo, y para mi ese cambio definitivo pasa por una reagrupación, reunificación de todas las fuerzas democráticas de este país y por eso saludo con mucha alegría, el que hoy un hombre como Chuo Torrealba, que va a los distintos sitios del país, y que desde hace tiempo ha abrazado la causa de los pobres, va a darle en esta segunda etapa de la reunificación de la unidad democrática, un sentido profundamente claro para enfrentar esta coyuntura final de esta tragedia histórica que ha significado que estos señores dirijan el país que sin duda alguna les quedó grande.
Ese camino que yo creo se ha de construir, frenteando todas las luchas, todos los problemas que hoy son graves en este país, como el desabastecimiento, la inseguridad y la escasez, nos tiene que llevar a la gran victoria de un nuevo parlamento nacional que reoriente el camino de todo y que tenga como gran propósito el cambio definitivo para transformar el país, para que cuando miremos por el retrovisor de la historia, y veamos lo que hoy tenemos y el desastre que ayer teníamos, digamos valió la pena el esfuerzo que hemos hecho. Bienvenida cualquier medida que el gobierno quiera tomar contra mí, estaré allí junto al pueblo siempre, con mi frente en alto para asumir la responsabilidad de mis actuaciones, de lo que he dicho y de lo qué he hecho.
Ismael García
Diputado a la Asamblea Nacional
@ismaelprogreso