Representantes de la sociedad civil acompañaron a diputados y concejales de Un Nuevo Tiempo a entregar un documento en la Defensoría del Pueblo, capítulo Zulia, donde piden a las autoridades competentes la solución de la situación de escasez de fármacos por la que atraviesa el país.
“Queremos denunciar la grave crisis hospitalaria en la que se encuentra el sistema de salud en toda la historia del país. No hay fármacos de ningún tipo, pese a que se han aprobado grandes cantidades de dinero a través de créditos adicionales. No hay ni para hacer química sanguínea, ni para hacer rayos X, los tomógrafos están todos paralizados, porque los convenios que hay con Argentina para su mantenimiento, no se lograron finalmente en la gestión de la ex ministra de salud Eugenia Sader, que por cierto tiene una acusación en el Ministerio Público por peculado de uso y asociación para delinquir”.
Barrientos señaló que el Gobierno ha perdido el rumbo con el tema de la salud y se ha comportado de manera irresponsable con todos los venezolanos.
“Se ha desmembrado la red hospitalaria y creado un sistema paralelo de salud que no funciona. No conforme con todo ese desastre y debido a la falta de controles se ha permitido que en el país reaparezcan epidemias que ya estaban erradicadas, como el paludismo que durante este año ya tenemos registrados 54 mil casos”, subrayó.
Asimismo, indicó que el Gobierno Nacional debe tener los resultados de las muestras realizadas a los pacientes que murieron a causa desconocidas, en el estado Aragua, y que aún no se ha informado si fue debido al dengue hemorrágico o el chikungunya.
Barrientos añadió que la salud hay que decretarla en estado de emergencia, y por supuesto, hay que decretar una medida humanitaria para la aparición de fármacos. “Estamos convencidos de que está matando más la falta de medicamentos que la bala asesina de la delincuencia”.
Manifestó que el Gobierno debe más de 4 mil millones de bolívares a los proveedores de los insumos farmacéuticos, y se ha cubierto dicha deuda en tan solo un 30 por ciento, y ya muchos de ellos se niegan a seguirle suministrando insumos al Estado venezolano razón por la cual en los centros hospitalarios del país los venezolanos padecen de esta crisis de medicamentos.
A su juicio el 60 por ciento de los insumos médicos y medicamentos que se consumen en el país son importados, y ante la restricción en el acceso a las divisas para su adquisición, la crisis del sector cada día se agrava aún más, por lo que siguen alertando sobre la posibilidad de que se presente un estallido social.