Las dos vacunas que presumiblemente serán elegidas como un sistema de inmunización efectivo y fiable para luchar contra el virus del ébola no estarán listas hasta marzo, según afirmó hoy la Organización Mundial de la Salud (OMS).
“El desarrollo de una vacuna normalmente lleva tiempo y es notoriamente caro. Incluso en las mejores condiciones y con el esfuerzo masivo de muchos implicados, un número significativo de dosis no estará disponible hasta finales del primer trimestre de 2015”, señaló el organismo mundial.
En un comunicado, la OMS resume el encuentro de dos días que mantuvieron en Ginebra expertos de varias áreas (epidemiólogos, virólogos, farmacéuticos, gobiernos y las empresas implicadas, además de expertos en salud pública) para evaluar la posibilidad de crear y producir las vacunas contra el ébola.
Normalmente el desarrollo de una vacuna lleva entre dos y cuatro años, especifica el documento, y aunque en este caso se ha acelerado al máximo el proceso, todas las etapas de control se van a cumplir.
“La ambición es cumplir en unos meses el trabajo que normalmente lleva de dos a cuatro años, sin comprometer los estándares internacionales de seguridad y eficacia”, señala el texto.
La primera de las dos vacunas, cAd3-ZEBOV, la está desarrollando la compañía GlaxoSmithKline (GSK) en colaboración con el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos.
La segunda, rVSV-ZEBOV, fue desarrollada por la Agencia de Salud Pública de Canadá, aunque la licencia de comercialización la tiene la empresa estadounidense NewLink Genetics, de Iowa.
La primera está realizando actualmente ensayos en Estados Unidos, Reino Unido y desde la próxima semana en Mali.
Por su parte, los ensayos de NewLink Genétic tienen lugar en Estados Unidos y próximamente en Alemania.
Ninguna de las dos habían sido probadas anteriormente en humanos y por ello lo primero que se debe verificar es la eficacia y la inocuidad de las vacunas por lo que en primer lugar se inocularán a voluntarios sanos.
Los expertos identificaron varios problemas, como el hecho de encontrar profesionales que lleven a cabo los ensayos clínicos siguiendo los estándares internacionales, o la duda de si dichos ensayos deben llevarse a cabo en zonas donde hay personas infectadas con el virus o no.
Otros problemas que surgirán en el futuro es que una vez producidas las vacunas, éstas deben mantenerse en la cadena de frío y estar guardadas a menos 80 grados centígrados, y que las personas que las inoculen deberán estar formadas para ello.
El principal problema es que para que todo ello sea posible son necesarios fondos para financiar los estudios prioritarios y asegurar la producción de la vacuna.
En la nota, la OMS incide en la necesidad de que algunos “donantes internacionales importantes deberían anunciar donaciones para que estas etapas de desarrollo puedan llevarse a cabo sin dilación”.
La OMS ya ha dejado claro que no se planea ninguna vacunación masiva porque la prudencia tiene que prevalecer.
Cuando una o las dos vacunas experimentales estén disponibles, la prioridad será para el personal sanitario que atiende a los enfermos de ébola.
Los expertos aclararon que en el marco de esta epidemia, personal sanitario significa doctores, enfermeras, técnicos de laboratorio, las personas que limpian los hospitales, los conductores de ambulancia, los enterradores y, en algunas instancias, los curanderos.
En seis meses, el ébola ha infectado a 6.553 personas y ha causado la muerte de 3.100, lo que la ha convertido en la mayor epidemia de esta enfermedad jamás registrada desde que el virus se descubrió en 1976 en la República Democrática del Congo (antiguo Zaire). EFE