El personal sanitario de Liberia, el país más afectado por la epidemia de ébola, amenazó este lunes con endurecer su huelga para conseguir el cobro de primas de riesgo, mientras Estados Unidos seguía de cerca el segundo caso de contaminación fuera de África.
A partir del lunes “estaremos en huelga nacional en todos los hospitales y centros de salud, incluidos los centros de tratamiento de ébola”, declaró el domingo a la AFP el presidente del sindicato del sector, Joseph Tamba.
En Liberia murieron 2.316 de las 4.033 víctimas del ébola en siete países, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El personal médico es muy vulnerable: 201 cuidadores contrajeron la enfermedad en Liberia, de los cuales murieron 95, según la OMS.
Decenas de enfermos fallecieron en la clínica Island de Monrovia, la capital, desde el inicio de la huelga este viernes, indicó un representante del personal.
La situación sigue siendo, sin embargo, difícil de evaluar, ya que las autoridades liberianas prohibieron el acceso a los hospitales a la mayoría de los medios de comunicación.
En Estados Unidos, las autoridades sanitarias confirmaron el domingo la primera infección por ébola en el país. La enferma estadounidense, que pidió guardar el anonimato, es una trabajadora sanitaria del hospital Texas Health de Dallas, donde murió la semana pasada un liberiano infectado por el virus.
Formaba parte del equipo que trató al liberiano y el contagio se atribuye a un fallo en el protocolo de protección.
No existe ninguna vacuna ni tratamiento homologado contra el virus, que se transmite por contacto directo con fluidos corporales cuando el enfermo ha desarrollado los síntomas (fiebre, vómitos, agujetas, dolores). El personal médico debe llevar un uniforme de protección para evitar el contagio.
“Ignoramos qué ocurrió (…) pero, en un momento dado, hubo un fallo en el protocolo que causó la infección”, señaló el director del Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC por sus iniciales en inglés), Thomas Frieden.
La enferma dijo, por su parte, haber respetado el protocolo y aseguró que llevaba el equipo recomendado por el CDC (máscara, guantes y uniforme de protección). Este domingo, se encontraba en “un estado estable” con “leves síntomas” y una “fiebre débil”, según fuentes médicas.
Otro enfermo estadounidense, el cámara de NBC Ashoka Mukpo, infectado en Liberia, está “mejorando mucho”.
“Responde a los tratamientos”, aseguró el domingo el médico Phil Smith, del Nebraska Medical Center de Omaha, donde está ingresado.
La empleada sanitaria estadounidense es la segunda persona contaminada fuera de África, tras la española Teresa Romero, una auxiliar de enfermería de 44 años que contrajo el virus al cuidar a un misionero repatriado de Sierra Leona con la enfermedad. Esta última pudo contagiarse al tocarse la cara con un guante infectado, según el hospital donde ingresó el pasado lunes.
Su estado de salud mejora con una disminución de la carga viral, anunció el domingo Fernando Simón, coordinador del centro de alertas y emergencias sanitarias.
“Hay altas esperanzas de que la infección esté en proceso de control” porque ya no tiene fiebre, indicó, recordando que su estado seguía siendo grave pero estable.
El director del hospital madrileño Carlos III, donde están ingresados todos los que tuvieron contacto con Teresa Romero, aseveró este lunes que España habrá superado el peligro del ébola el próximo 27 de octubre si por entonces ninguna de esas personas presenta síntomas. AFP