La presencia de cinco miembros del Ejército Bolivariano de Venezuela que este domingo ingresaron a territorio colombiano con armas y uniformes por poco termina en un linchamiento, publica El Tiempo de Colombia.
Fotos EFE
Luego de que la Policía colombiana interviniera, Migración Colombia los entregó a las autoridades de Venezuela, cerca de las 2:30 de la tarde del domingo.
El incidente, según dijeron los militares colombianos, entre los que había dos mujeres, ocurrió por error, luego de que cruzaran la frontera sin percatarse. Los uniformados les contaron a las autoridades que en la mañana del domingo estaban realizando una inspección en Ureña, cuando, sin darse cuenta, pasaron al lado colombiano.
Aseguraron que intentaron devolverse en la camioneta en la que se movilizaban, pero que los comerciantes de gasolina de contrabando, conocidos como ‘pimpineros’, y los ‘maleteros’, que pasan mercancía también de contrabando, los rodearon y les impidieron el paso. De esa forma, habrían terminado en territorio colombiano y refugiados en las oficinas de la Dian desde las 8:15 a. m.
La presencia de los uniformados, que llevaban consigo armas de dotación, indispuso a la población que los acorraló. La Policía Metropolitana de Cúcuta dijo que intervino para evitar alteraciones del orden público.
La Policía de Colombia terminó custodiando a los militares venezolanos, que fueron entregados a Migración Colombia para que contactara a sus homólogos y gestionara su salida formal y sin que sus vidas corrieran peligro.
“Afirman los funcionarios venezolanos que la comunidad impidió que se devolvieran a territorio venezolano. Fue entonces cuando intervino la policía colombiana, que los condujo a la sede principal de Migración Colombia en Cúcuta”, informó esta entidad.
Por su parte, la Policía aclaró que los militares nunca estuvieron detenidos.
“Es de aclarar que en ningún momento fueron capturados y que la Policía Metropolitana solo les brindó protección para evitar que fueran víctimas de las agresiones”, informó la Policía de Cúcuta.
Finalmente, los miembros de la fuerza pública del vecino país fueron puestos a disposición del Servicio Administrativo de Identificación de Migración y Extranjería de Venezuela (Saime).