Todos envejecemos, es un proceso progresivo e imparable. Pero cada persona sigue su propio ritmo e, incluso, en un mismo individuo cada órgano envejece a un ritmo distinto. «No es lo mismo el envejecimiento de la piel que del corazón. Es un proceso fisiológico, no una enfermedad, que depende de muchos factores», como explica el doctor José María Galán, cirujano plástico de Clínica Londres (Grupo Sanitas). abc.es
Los factores que puede ralentizar o acelerar el proceso de envejecimiento son muy variados. La genética influye, sufrir ciertas patologías también e incluso el tipo de piel
También existen factores ambientales que tienen mucho que ver en este proceso en el que el cuerpo se va marchitando: la exposición al sol envejece, por ejemplo, como el estrés. Sin embargo, hacer ejercicio libera endorfinas que protegen del declive, y una dieta sana y equilibrada ayuda a conservar un mejor aspecto.
El doctor Galán tiene una receta para prevenir o retrasar el proceso de envejecimiento, o por lo menos, para llevarlo con más energía: la prevención. Estas son sus recomendaciones: protegerse del sol incluso en invierno: con cremas, ropa, gafas… Hidratarse durante el día, y especialmente después de hacer ejercicio. Mantener una dieta equilibrada y sana: rica en fibra, frutas, verduras, ácidos grasos insaturados…. Siempre bajo supervisión de un médico, quizá sea necesario un complemento de calcio a partir de los cincuenta, cuando se produce una disminución de calcio y fósforo. Existen cremas hidratantes
Envejecen los órganos internos y los externos, como la piel. Con los años la forma del cuerpo también cambia porque disminuye el tejido muscular y aumenta la grasa. Así se transforma nuestro cuerpo a medida que van pasando los años, según explica el doctor Galán: