A pesar de varios intentos por rehabilitarse, no logran recuperar su salud y han hallado en estos centros, su segundo hogar…
Muchos han muerto en la lucha. Nombres como el de Amy Winehouse, Whitney Houston, Robin Williams, Philip Seymour Hoffman, nos recuerdan aquellas estrellas de cine y la música que fracasaron en la guerra contra los estupefacientes, tras largas batallas contra los demonios más grandes de la fama, el sexo y las drogas.
Drew Barrymore- Empezó a fumar con sólo 9 años y a los 11, ya era alcohólica. Lo peor llegó cuatro años después, cuando se enganchó a la marihuana y a la cocaína. Con 14 años, fue ingresada en un centro de rehabilitación. Su coqueteo con las drogas se ha prolongado en su vida.
Charlie Sheen- Desde 1990, el ex protagonista de Two and a Half Men es un consentido de los centros de rehabilitación. Fue en ese año cuando sufrió una sobredosis de cocaína. Sus constantes abusos causaron que fuera despedido de dicha serie, pues llegaba al set drogado.
Lindsay Lohan- La primera vez que ingresó a tratar su adicción fue en 2007 cuando comenzó a tener problemas con el alcohol. En mayo de ese año estuvo en Promises, luego en 2010 regresó al tratamiento, y en 2013 reingresó para tratar otras adicciones. Por supuesto, su carrera se fue por el drenaje.
Robert Downey Jr.- Uno de los pocos casos que narran el resurgimiento de un actor. Comenzó a drogarse a los 6 años cuando su padre lo indujo a consumir marihuana. Ya de adulto fue arrestado por posesión de cocaína. Dejó las drogas en 2003 y el centro Promises fue la salvación de Iron Man.
Steven Tyler- Una leyenda de la música. El líder de Aerosmith tenía el mundo a sus pies, mujeres, sustancias y mucho rock. En los años 90 ingresó a diversos centros de rehabilitación y logró sobrevivir, pero tras años de estar sobrio, recayó en 2009. “No inhaló a J-Lo porque no viene en polvo” bromean.
Más información en De10