Como tradición, los comerciantes de Maturín ya empezaron a exhibir su “cochinito” en las vitrinas de los negocios.
Los hacen atractivos, con pintura, para que el comprador deje su regalito depositado dentro de la alcancía con la finalidad de recompensar el trabajo de cada vendedor o para las reparaciones que requiera el negocio. Prensa de Monagas
Edwin Manrique, vendedor, es uno de los comerciantes que ya lo empezó a usar. Esperan poder recoger un buen aguinaldo, aunque expresó que desde hace dos semanas colocó su cochinito encima de la vitrina y han sido pocos los clientes que han depositado su propina.
Piensa que puede ser por la situación económica del país. “Aún los compradores no dejan nada, sólo les pedimos que dejen lo que quieran”, agregó.
Desea que la tradición se mantenga por un buen tiempo, pues representa una alternativa para los empleados.