La crisis interna de la oposición a lo largo del año 2014 parece no haber producido un impacto considerable entre sus simpatizantes. Aunque no ha mejorado su récord, entre septiembre de 2013 y el mismo mes de este año, tampoco ha variado significativamente las percepciones sobre el trabajo de las toldas antichavistas, pese a la salida de Ramón Guillermo Aveledo de la secretaría ejecutiva de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), la pugna pública entre Primero Justicia y Voluntad Popular, así como las divergentes tesis sobre los mecanismos para motorizar un cambio en Miraflores. laverdad.com / Juan Pablo Arocha
La última encuesta realizada por Datanálisis, que cerró trabajo de campo el pasado 7 de octubre luego de entrevistas nacionales a mil 300 personas de todos los estratos sociales, revela que la percepción de que la oposición esta desarticulada se mantuvo estable en el último año (entre 36,8 % y 36,6 %). Incluso, subió levemente (de 33,8 % a 34,2 %) el grupo que estima que el antichavismo está articulado en torno a los partidos políticos y trabajando con la sociedad.
Quienes más están convencidos de que la oposición está desarticulada es, naturalmente, el grupo de encuestados que se identifica con el oficialismo. En esa misma idea también se enmarca en su mayoría (35,7 %) de quienes no se alinean con ninguna de las dos principales opciones políticas (oposición y chavismo).
Récord regular
La idea de que la oposición acompaña a la sociedad en sus problemas cada día viene en un lento ascenso desde marzo de 2013, cuando se ubicaba en 30,6 por ciento, justo antes de las elecciones presidenciales donde resultó electo por poco margen Nicolás Maduro. Incluso, actualmente es mayoritaria la cantidad de consultados que se identifica como opositor, 38 por ciento frente a 28,9 por ciento de oficialistas.
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