Hoy día estar hospitalizado pareciera ser un verdadero calvario para las personas que no tienen otra opción que la salud pública venezolana. En la siguiente serie presentaremos testimonios y vivencias de pacientes y sus familiares además del personal que labora en este tipo de instituciones. El Impulso
“No sé que será peor si estar hospitalizada o la enfermedad que padezco”, reflexiona una mujer que está recluída en el piso dos de cirugía de damas en el Hospital Central Antonio María Pineda (Hcamp) de Barquisimeto.
Asegura estar viviendo un verdadero calvario dentro del centro asistencial, donde comparte habitación con otras tres féminas, una de ellas que esperó desde el mes de marzo para ser operada de la tiroides y las otras dos con fracturas: la primera por caída, la segunda por ser víctima de un Ruta que la atropelló. ¿sus compañeros? Los zancudos.
Los pacientes pueden ser recluídos pero no cuentan con la certeza que inmediatamente sean atendidos por un especialista. En el caso de una de ellas, tras dos días de hospistalización fue consultada por un traumatólogo, quien a pesar de las buenas atenciones no pudo “hacer nada porque la fractura de un fémur no es una emergencia. Además la lista de pacientes en espera es muy larga”, cuenta la mujer que le habría dicho el médico.
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