El Foro Económico Mundial, con sede en Ginebra, organiza cada enero el Foro de Davos, cita anual de la élite política y económica mundial, y adelantándose a la cita, desde 2010 realiza un sondeo sobre las 10 principales inquietudes que planean sobre la agenda internacional. Reseña AFP
En total, 1.800 expertos del Foro respondieron en esta ocasión a cuales serían las principales preocupaciones de los dirigentes mundiales en los próximos 12 a 18 meses.
El año pasado, los dos temas que coparon la lista fueron las tensiones en Siria y el Magreb, seguidas de la brecha entre ricos y pobres.
La escalada del desempleo y la desigualdad en los dos primeros puestos muestran cómo ambos problemas se han agravado a escala global, señaló el Foro.
Los expertos apuntaron asimismo a la aparición de dos nuevas tendencias: la competencia geoestratégica (en cuarto puesto), y el ascenso del nacionalismo (octavo lugar).
La falta de liderazgo, en un mundo crecientemente multipolar, también escaló puestos en la lista, pasando del séptimo puesto del año anterior al tercer puesto en esta edición.
La preocupación por el medio ambiente tuvo su reflejó en la lista en tres temas diferentes: el agravamiento de la contaminación en los países en desarrollo (sexto puesto), la multiplicación de desastres naturales (séptimo) y la falta de agua potable (noveno).
La importancia creciente de la salud pública para la economía cerró la lista en décimo puesto, poniendo de manifiesto cómo ha afectado la crisis del Ébola a la economía, no solo en África, sino a nivel global.
Por región geográfica, las tendencias para 2015 varían considerablemente.
En América Latina, encabezaron la lista de preocupaciones la corrupción, la educación y la desigualdad.
En Europa, los temas más relevantes fueron el impulso al crecimiento económico y la innovación, el paro juvenil y las relaciones entre la Unión Europea y Rusia.
En América del Norte de nuevo la desigualdad, los vaivenes geoestratégicos y el cambio climático.
El continente asiático situó las tensiones geopolíticas, las reformas económicas y la gestión del urbanismo como sus principales preocupaciones.
El desempleo juvenil, las transiciones políticas y la tensión social fueron los temas más importantes para los dirigentes de Oriente Medio y el Magreb, mientras que en África Subsahariana, destacaron la educación, la buena gobernanza y las infraestructuras los asuntos más relevantes.