El círculo vicioso se repite como el mantra de una administración que se niega a aprender de sus errores. Al estado de precariedad de los planteles públicos del municipio Caroní, y a la filantropía de los representantes que hace de los colegios un espacio digno para la educación, se suma ahora el ataque del hampa, que acaba en cuestión de horas el esfuerzo de meses de recuperación de unas instituciones que ya dejaron de recibir atención del Estado, publica Correo del Caroní.
En solo 4 días la inseguridad acabó con el inventario y las sonrisas de quienes sienten a la Unidad Educativa Pablo Vicente Bastardo y al liceo José Félix Ribas de la parroquia Vista al Sol. El último, ubicado en la misma cuadra de la comandancia.
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Un conjunto de estructuras educativas, con más de 20 años de funcionamiento, presenta hoy día un colapso de los servicios que va desde canchas maltrechas, falta de baños e indisponibilidad de espacios para el consumo de los platos del Programa de Educación Escolar (PAE).
En la edición del lunes Correo del Caroní visibilizó el deterioro de cuatro planteles del municipio Caroní, evidenciando las goteras del programa gubernamental “Una gota de amor para mi escuela”.
Ante el olvido del gobierno, los padres y representantes toman las riendas en las escuelas. ¿Cómo? Organizándose para buscar el lado positivo a la crisis, y, en este caso, a la falta de apoyo del estado.
En varias escuelas los padres se reúnen y con el apoyo de los directores y docentes, forman un equipo de trabajo para mejorar y acondicionar las instalaciones.
Eneida Beria, directora encargada de la Unidad Educativa (UE) Nuevo Mundo, en Guaiparo, asegura que “sin el apoyo de los padres es difícil mantener la escuela, ellos (padres) son vida para la escuela, aquí son muy colaboradores no me puedo quejar”.
En este plantel los padres realizan vendimias para comprar los aires acondicionados de 10 aulas. Los viernes o sábados venden comidas y dulces para reunir el dinero.
“Algunas veces los padres traen ropa y zapatos viejos, en buen estado, que ya sus hijos no usan y los venden a precios accesibles para que otros puedan usarlos, y ese dinero es para comprar los aires, así hemos climatizado 10 aulas”, resaltó la directora.