De la mano del auge de consumismo que invadió a la República Popular desde hace algunas décadas, creció entre las mujeres de dinero la moda de viajar para someterse a cirugías extremas. Tanto que muchas veces tienen serios problemas para regresar, porque su imagen ya no tiene nada que ver con la que aparece en el pasaporte.
“Cuando les pedimos que se quiten sus enormes sombreros y lentes de sol, notamos que se veían completamente distintas. Tenían vendajes, cintas y cicatrices aquí y allá”, contó Chen Tao, agente del Aeropuerto de Shanghai, consultado por China Daily.
Una de las modificaciones más solicitadas por las jóvenes chinas es un “agrandamiento” de ojos, para que parezcan menos “orientales” y más “occidentales”.
Otras operaciones son más comunes en otras partes del mundo, como el levantamiento del busto, la reducción del exceso de grasa y piel, y el afinamiento de la nariz.
La idea es presentarlos ante las autoridades aeroportuarias para garantizar la identidad de la persona y permitir un regreso seguro a casa.
Vía Infobae