El viceministro venezolano de Política Interior y Seguridad Ciudadana, José Vicente Rangel, denunció este domingo que el Comité contra la Tortura de la ONU acusó “falsamente” a Venezuela de practicar detenciones y hasta desapariciones de opositores como ocurrió en la dictadura chilena de Augusto Pinochet (1973-1990.
Esa instancia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) recibió a Rangel los pasados día 6 y 7 en su sede en Ginebra y lo interrogó sobre supuestas prácticas de “torturas o tratos crueles y degradantes contra más de 3.000 detenidos” durante las protestas antigubernamentales registradas en Venezuelaentre febrero y junio.
“Ellos lo que querían era dar la impresión de que en Venezuela se vivía una especie de dictadura pinochetista (…); esa gente del Comité de la ONU estaba tan envenenada (…) que creían que nosotros vivíamos una dictadura”, dijo Rangel en un programa dominical de la emisora Televen de la red privada de la televisión venezolana.
Entrevistado por su padre, el periodista del mismo nombre que fue vicepresidente y titular en varios ministerios durante la gestión del presidente Hugo Chávez (1999-2013), el viceministro insistió en que los miembros de ese comité se limitaron a repetir “el mismo discurso” de organizaciones no gubernamentales (ONGs) opositoras.
“Incluso se atrevieron a decir que no les hiciéramos nada malo (a los activistas de esas ONG) cuando volvieran a Venezuela. Les llenaron la cabeza de desaparecidos políticos, de torturados, de que nosotros arremetimos contra manifestaciones pacíficos (…); bueno, ellos creen que estaban frente a un país pinochetista”, repitió.
Venezuela, representado por el viceministro, compareció ante el Comité contra la Tortura de la ONU por primera vez desde hace doce años para una revisión sobre si el Estado cumple con la Convención contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes.
Rangel remarcó que antes de su comparecencia estuvo al tanto de que los integrantes de esa instancia de la ONU, “empezando por la Presidencia del Comité, eran personas sumamente enemigas del Gobierno venezolano”, pero que no esperaba que se identificaran de manera pública, como se los achacó, con la oposición a Chávez y a su sucesor, el presidente Nicolás Maduro.
“Lanzaron un número de más de 3.000 torturados y violados; es más, hablaron hasta de la figura del desaparecido en Venezuela”; es decir, prosiguió Rangel, “caímos ante un Comité totalmente parcializado a favor de sectores de la oposición ahí presentes”.
El asunto, añadió, fue “lastimoso” y “una falta de respeto hacia la República Bolivariana de Venezuela”, porque al país suramericano “nadie lo sienta en banquillo de los acusados” y por lo mismo “tiene que examinar la posición” que adoptará “ante esos comités” en el futuro.
“No es posible que vayamos con la mejor fe a rendir un informe de los progresos de Venezuela y ellos, en vez de aceptar decentemente” el balance gubernamental para luego estudiarlo, “vengan con una posición totalmente sesgada y tan grosera que cuando uno responde sus preguntas vienen y hacen las mismas preguntas”, relató.
Rangel concluyó que lo sucedido en Ginebra refleja que el Gobierno de Venezuela es víctima de “una estrategia” para declarar “forajidos” a sus funcionarios, por supuestamente “no respetar ninguno de los derechos humanos”, y así preparar el terreno para “algún tipo de intervención” extranjera. EFE