El presidente de EE.UU., Barack Obama, subrayó hoy que el ébola sigue siendo una amenaza global porque el virus continúa haciendo estragos en África Occidental, al urgir al Congreso a aprobar los fondos de emergencia solicitados para combatir la enfermedad. EFE
“Mientras el brote continúe propagándose” en Liberia, Sierra Leona y Guinea, “seguirá siendo un peligro no solo para Estados Unidos sino para el mundo entero”, comentó Obama durante una reunión en la Casa Blanca con el equipo de seguridad nacional y salud pública encargado de la lucha contra el ébola.
La atención prestada a la enfermedad “ha menguado en las últimas semanas, pero los desafíos permanecen”, anotó el presidente al poner como ejemplo la muerte del cirujano Martin Salia, quien contrajo el ébola en su natal Sierra Leona y se convirtió ayer en el segundo fallecido a causa del virus en Estados Unidos.
El estado de salud de Salia, de 44 años, “era extremadamente crítico” cuando ingresó el sábado en el Centro Médico Nebraska de Omaha procedente de Sierra Leona, donde estuvo trabajando en un hospital y contrajo el virus.
“Sin embargo, más allá de esta tragedia hemos establecido que, cuando el ébola se diagnostica y trata a tiempo, hay muchas oportunidades de curación”, puntualizó Obama.
Diez enfermos de ébola han sido tratados en suelo estadounidense y dos de ellos han fallecido: Salia y el ciudadano liberiano Thomas Eric Duncan, quien llegó a Dallas (Texas) en septiembre para casarse con su prometida, cuando incubaba el virus de la enfermedad sin saberlo, y falleció el 8 de octubre en un hospital de esa ciudad.
Estados Unidos “ha demostrado que puede manejar los casos aislados (de la enfermedad) que puedan ocurrir aquí”, defendió hoy Obama.
Unos días antes de la llegada de Salia, fue dado de alta el último de los enfermos de ébola que permanecía hospitalizado en el país: el médico Craig Spencer, quien estuvo internado en Nueva York tras haberse contagiado en Guinea.
Hasta el momento, solamente se han producido dos contagios en suelo estadounidense, los de las enfermeras Amber Vinson y Nina Pham, que atendieron en el Hospital Presbiteriano de Dallas al fallecido Duncan, se infectaron y lograron curarse.
El presidente dijo que los ciudadanos pueden sentirse “optimistas” acerca de la capacidad del país para combatir la enfermedad, pero urgió al Congreso a aprobar antes de final de año los 6.180 millones de dólares solicitados por su Gobierno para contener la expansión del virus a nivel nacional e internacional.
Esos fondos, según el mandatario, ayudarán a “fortalecer” los sistemas nacionales de salud para responder a posibles nuevos casos de ébola, así como a acelerar la investigación sobre vacunas y a dar apoyo a los países de África Occidental más afectados por el virus.
Es “necesario” que el Congreso actúe, dado que el combate al ébola es esencial para garantizar “la salud y la seguridad del pueblo estadounidense”, concluyó Obama.
Para evitar un brote del virus en EE.UU., desde octubre en cinco grandes aeropuertos del país -el JFK de Nueva York, Newark (Nueva Jersey), Washington Dulles, Chicago y Atlanta- se toma la temperatura a los pasajeros procedentes de África Occidental.
Además, los viajeros procedentes de Sierra Leona, Guinea y Liberia solo pueden ingresar en avión a EE.UU. por esos cinco aeropuertos mencionados, y esta medida se aplica también desde ayer a los pasajeros procedentes de Mali, debido a los recientes casos de ébola confirmados en ese país.