La caída de los precios del petróleo está llevando al régimen de Nicolás Maduro a tomar las duras decisiones que venía evitando, incluyendo la probable eliminación del subsidio a la gasolina y la selección de cuáles sectores dentro del chavismo continúan recibiendo las migajas de un pastel que es cada vez más pequeño, dijeron analistas a El Nuevo Herald.
ANTONIO MARIA DELGADO
ADELGADO@ELNUEVOHERALD.COM
Y es que el chavismo, que llegó al poder prometiendo distribuir mejor la riqueza, tiene cada vez menos dinero que repartir, lo que está llevando al régimen a tomar decisiones que podrían terminar siendo muy impopulares.
La primera de ellas sería un aumento en los precios de la gasolina, un tabú que podría ser quebrado el mes próximo, dijo Antonio De La Cruz, director ejecutivo de la firma de asesores Inter American Trends.
“El aumento del precio de la gasolina es un hecho”, declaró De La Cruz desde Washington. “Posiblemente esperen para después de la reunión de la OPEP en Viena“, prevista para el 27 de noviembre.
Maduro, cuya popularidad está por debajo del 30 por ciento, había prometido que no subiría los precios del combustible pese a la insistencia del sector pragmático del chavismo que le había advertido que el subsidio, con un costo anual de $12,000 millones, era insostenible.
Pero el gobernante repentinamente dio su brazo a torcer el lunes al anunciar que había aceptado una propuesta hecha durante el Primer Congreso de la Clase Obrera Trabajadora de ajustar el precio y utilizar las ganancias para proyectos sociales.
“Este es un tema sensible que ya estoy evaluando”, dijo el gobernante, aunque advirtió que no tenía apuros para tomar una decisión, aun cuando los ingresos petroleros de Venezuela cayeron en cerca de un 30 por ciento el mes pasado.
Pero sí hay apuro y el aumento de la gasolina podría producirse en cuestión de pocas semanas, dijo Oswaldo Ramírez, presidente de ORC Consultores.
Y la eliminación del subsidio, que podría ser complementado el próximo año con un incremento de los impuestos, está entre las distintas opciones que Maduro tiene en el proceso de supervivencia política en el que está inmerso y que le está llevando a decidir cuáles son los sectores que “absolutamente” necesita a su lado para mantenerse en el poder.
“Aquí entramos en la teoría que hay tres tipos de liderazgos: los esenciales, los influyentes, y los intercambiables. Los esenciales son los que mantienen esa coalición ganadora, que son los que permiten atomizar el poder”, explicó Ramírez.
“Y tú no vas a sacarles dinero de los bolsillos a los esenciales y a los influyentes para dárselos a los intercambiables”, señaló.
Esa es la razón por la que Maduro recientemente decidió subir los salarios de los militares en un 45 por ciento para tratar de compensar el efecto de lo que es la tasa de inflación que podría superar el 75 por ciento este año, mientras que al salario mínimo solo subió en un 15 por ciento.
Y también podría ser la razón por la que Maduro ahora parece estar en vías de eliminar el subsidio a la gasolina, que propinaría un duro golpe a los bolsillos del 35 por ciento de la población, en vez de eliminarle el subsidio que Venezuela brinda a Cuba, cuyo aparato de inteligencia le es crucial para mantenerse en el poder.
Pero el tema podría complicársele aún más si los precios del petróleo se mantienen en los actuales niveles a lo largo del 2015, tal como algunos expertos pronostican.
Una reducción prolongada de la renta petrolera podría llevar a Maduro a escoger entre algunos de los distintos sectores del chavismo que están amasando inmensas fortunas a través de las distorsiones creadas con el sistema de control de cambio en perjuicio de la población, dijeron los analistas.
Allí tendría que escoger, por ejemplo, entre los electores chavistas que siguen esperando obtener dádivas del Estado a cambio de seguir respaldando al chavismo, o si prefiere seguir contando con el respaldo de los jefes de distintas facciones, agregaron.
De La Cruz dijo que la eliminación de los subsidios a la gasolina podría ayudar a mantener el financiamiento de los programas sociales, conocidos en Venezuela como misiones, cuyos desembolsos venían registrando algunos retrasos.
Pero Maduro difícilmente podría de un solo golpe subir los precios de la gasolina, que actualmente se ubican entre dos y tres centavos de dólar por galón, a niveles cercanos a los precios internacionales del combustible y la transición tendría que ser gradual.
En cuanto a las posibilidades de que la OPEP logre llegar a algún acuerdo para recortar la producción y ayudar a impulsar los precios del crudo, De La Cruz dijo que esto era poco probable.
“Ninguno de los países miembros, con excepción de Arabia Saudita, está en condiciones de recortar la producción, debido a los problemas de presupuesto que tienen, y Arabia Saudita ha dejado entrever que le interesa mantener los precios bajos porque sabe que es la única manera de desestimular la producción de los crudos no convencionales que le están arrebatando el mercado”, dijo De La Cruz.
“Puede que en Viena anuncien algún tipo de recorte, pero de producirse, éste sería muy poco y no tendría gran impacto en los precios”, agregó.
Los analistas han advertido que un precio del petróleo por debajo de $80 por barril, de mantenerse en el tiempo, generaría serios problemas de desestabilización para el régimen de Maduro.
El viernes, la cesta de crudo venezolana cerró en $70.83 por barril.
Twitter: @DelgadoAntonioM