Las candidatas, entre las que figura una médica y una experta en informática, desfilarán con vestidos centelleantes, cerca de templos antiguos catalogados por la UNESCO.
Pero aquí la belleza no es el único criterio a tener en cuenta. Las 18 finalistas de diversos países llevarán puesto el velo islámico y sus puntos de vista sobre el islam en el mundo moderno deberán ser convincentes.
“Queremos asegurarnos de que comprenden todo el modo de vida islámico, desde lo que ellas comen hasta lo que visten, pasando por la manera en que viven su vida”, explicó Jameya Sheriff, una de las organizadoras.
En 2013, la tercera edición del concurso organizado en el país con más musulmanes del mundo fue presentada como una contraposición al de Miss Mundo, que se desarrollaba casi simultáneamente en la isla de Bali y que ante las protestas de islamistas se quedó sin el desfile en bikini.
– “No estamos casadas con terroristas” –
Los concursos de misses son muy populares en algunos países pero levantan ampollas entre las feministas, que los acusan de transmitir una imagen conservadora de la mujer, con sus desfiles de jóvenes en trajes de baño o vestidos de princesa.
Dina Torkia, candidata del Reino Unido, quiere que la edición 2014 de Miss Musulmana se desmarque de este tipo de certamen, y de paso permita acabar con los prejuicios sobre el islam.
“Creo que lo más importante es mostrar que somos jóvenes realmente normales, no estamos casadas con terroristas. El velo que llevo en la cabeza no atemoriza”, declaró a la AFP.
El certamen 2014 no transcurrió entre algodones. Siete finalistas tiraron la toalla, a menudo por las reticencias de sus familiares a que viajaran solas. Otras tuvieron que lidiar con las dificultades de obtener un visado.
La candidata india perdió un vuelo porque las autoridades aeroportuarias quisieron interrogarla al ver que viajaba sola pese a llevar velo, contó Sheriff.
Algunas de las 18 candidatas, que tienen entre 18 y 27 años, tuvieron que hacer elecciones personales para poder participar. La singapurense Masturah Binte Jamil, por ejemplo, dimitió de su puesto de profesora porque no le daban vacaciones para viajar a Indonesia.
Las jóvenes candidatas tuvieron que responder a preguntas en internet y asistir durante quince días a una serie de eventos, como visitas a orfanatos, a centros médicos o a lugares culturales.
Dina Torkia está un poco decepcionada. “Quise participar con la esperanza de profundizar mi fe pero por el momento esto tiene más que ver con promoción, con medios de comunicación y con estar guapa”, lamentó.
Las últimas pruebas transcurrirán cerca de los templos hinduistas de Prambanan, un lugar inscrito en el patrimonio mundial de la UNESCO. Construidos en los siglos IX y X, estos monumentos representan el apogeo del arte indojavanés.
Y no es por casualidad. Con la elección de un lugar hinduista, los organizadores quieren mostrar la tolerancia del islam con otras religiones.
Fotos AFP