Muere uno tras otro. Informantes del Ministerio de Asuntos Penitenciarios aseguran que más de 60 presos se metieron en la farmacia de la cárcel de Uribana y prepararon un coctel de medicamentos. Se lo bebieron con la intención de drogarse, pero varios se intoxicaron. Ya han muerto 24 aquí en Lara y 4 en Tocorón. laprensalara.com.ve / Edy Pérez Alvarado
El lunes, los privados de libertad tomaron el penal. Se salieron de sus módulos, corrieron a custodios y personal, y se adueñaron de la cárcel. El martes en la madrugada fue que prepararon el coctel, con alcohol absoluto y varias pastillas. Aseguran que estaban desesperados por volver a drogarse.
En horas de la mañana empezaron a salir presos del penal, algunos estaban atontados y otros convulsionaban. Los montaron en las ambulancias y fueron llevados, agonizando, para el seguro Pastor Oropeza, el Hospital Militar y el Antonio María Pineda.
Llegaban botando baba por la boca y otros desmayados. Los metieron en la Emergencia, pero era tarde. La droga que prepararon había causado daños irreversibles en sus cuerpos. “Se trata de una sobredosis”, explicó una doctora en la Emergencia.
El martes fallecieron tres presos. Ayer, en Lara, perdieron la vida otros 21. De los 404 reos que fueron trasladados a la cárcel de Tocorón, 16 iban intoxicados y, según se conoció, cuatro murieron en esa cárcel de Aragua, mientras que a 12 reos más los atienden en el Hospital de Maracay. Aseguran que están delicados.
En el Antonio María Pineda hay 26 nuevos afectados, que suman 35. 12 de ellos están intubados y en coma, 21 son chequeados constantemente y 2 están heridos por quemaduras graves.
En las autopsias, se reveló que la causa de muerte fue intoxicación medicamentosa, que originó edema pulmonar extenso agudo y congestión cerebral. En otras palabras, la sobredosis ocasionó una serie de complicaciones que provocaron la muerte.
Los familiares de los reos dudan de la versión que dan desde el ministerio. “Nosotros no creemos que se tomaron ningún coctel. Seguramente, ellos les dieron veneno en el agua”, gritan las madres.
Comentan que la muerte de sus hijos quedará impune y que para los familiares es imposible saber qué fue lo que en realidad pasó con ellos. “Aquí se sabrá solo lo que el Gobierno quiere”, aseguran las mujeres, mientras esperan por la entrega de los cadáveres.
La mayoría de los fallecidos son reos oriundos de otros estados. Los familiares de uno de los muertos, Renzo Alexander Méndez Gómez (28), son del estado Miranda y ayer en la mañana estaban a las afueras de la morgue a la espera del cadáver.