Se fue, “sin querer queriendo”, el creador del barril, del chipote chillón y de las antenitas de vinil. Se fue y Latinoamérica lo recordó hoy como a su pequeño Shakespeare, o Chespirito, y le dio un nostálgico adiós a través de las voces de políticos, artistas y de todos a los que alguna vez hizo reír.
Desde que se supo la noticia del fallecimiento de Roberto Gómez Bolaños, el nombre de pila del eterno niño mexicano de 85 años que encarnó a El Chavo del Ocho, hoy a las 13.15 hora local (19.15 GMT) y rodeado por su familia en su residencia de Cancún, no se hicieron esperar las reacciones de tantos que guardan en su memoria sus frases celebres y los enredos de sus personajes de televisión.
EFE
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