Tras años de crecimiento durante la presidencia de Vladimir Putin, con excepción de la crisis de 2008, el futuro de Rusia se presenta sombrío pese a las declaraciones optimistas del Kremlin.
Al día siguiente de la estrepitosa caída del rublo frente al dólar y el euro, el ministerio ruso de Desarrollo económico dio a conocer sus previsiones para 2015: todos los indicadores han sido revisados a la baja.
La economía se contraerá un 0,8%, lejos de la previsión anterior que auguraba un crecimiento del 1,2% del Producto Interno Bruto (PIB).
Para este año, el ministerio baraja un crecimiento del 0,6% frente al 0,5% previsto con anterioridad pese a que se espera que en el último trimestre sea “nulo, o incluso negativo”, según el viceministro de Economía, Alexei Vedev.
– El rublo en la montaña rusa –
El mercado de cambio ha reaccionado inmediatamente al anuncio de los indicadores económicos, haciendo perder al rublo 89 kopecks ante el dólar y 85 ante el euro en una decena de minutos.
A las 11H40 GMT, el euro valía 65,27 rublos y el billete verde 52,45, pero la moneda seguía por encima del nivel récord alcanzado el lunes, cuando llegó a 66,50 rublos por euro y 53,29 por dólar.
Desde principios de año, el rublo ha perdido más del 40% de su valor ante el euro y del 60% ante el dólar.
Su hundimiento se aceleró con la decisión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) de mantener su nivel de producción de petróleo, pese a la abundante oferta que hay en el mercado.
Esta decisión también ha provocado la caída del precio del petróleo que tocó el lunes su nivel más bajo en cinco años, afectando el rublo ya que la mitad de los ingresos fiscales de Rusia dependen de la venta de crudo.
Por este motivo, las autoridades rusas han anunciado que quieren reducir en 5 millones de toneladas las exportaciones petroleras.
– Fuga masiva de capitales –
Sin embargo, la crisis económica por la que atraviesa Rusia no se reduce a simples factores petroleros, recuerda Alexei Vedev.
“La economía rusa está expuesta a tres tipos de crisis o factores de inestabilidad: estructurales, especulativos o geopolíticos. Por ello, es simplista pensar que el crecimiento de la economía rusa se ciñe exclusivamente a los precios del petróleo”, estimó.
El país se enfrenta a otros desafíos, como el impacto de las sanciones impuestas por la Unión Europea y Estados Unidos contra Moscú, al que acusan de apoyar al este separatista de Ucrania.
Estas sanciones que afectan al corazón financiero de Rusia, “se mantendrán durante 2015”, lastrando el crecimiento, señaló Vedev.
“Esto significa que la mayoría de los bancos y las empresas rusas no podrán acceder al capital de los mercados mundiales”, explica el ministerio de Economía en un informe.
Esta es una de las causas de la fuga masiva de capitales que se situará en torno a los 125.000 millones de dólares este año, antes de reducirse a los 90.000 millones el próximo, según el ministerio.
La población rusa tiene que hacer frente también una una inflación que se situará este año en torno al 9%, y al 10% en el primer semestre de 2015.
Los productos de importación son los más afectados, como lo demuestran los del grupo estadounidense Apple que la semana pasada se encarecieron de un golpe hasta un 25%. Y según la prensa rusa, los billetes de avión aumentarán hasta el 12%.
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