En una celda para dos duermen hasta trece presos

En una celda para dos duermen hasta trece presos

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Sabaneta, Santa Ana, Cepella, tres penales de régimen abierto y una comisaría de Guanare, pisó un interno de Uribana, quien relató que en este penal había vivido lo peor, no sólo por el motín y por ver morir a sus compañeros, sino por los malos tratos a los cuales eran sometidos, reseña El Impulso.

Destacó el total hacinamiento. De hecho, convivía hasta con trece internos en una celda al punto de mantener allí por varios días sus excrementos. Dicha situación la experimentó por cinco meses, cuando estuvo recluido en el módulo 3. Ayer logró recobrar su libertad, a través del Plan Cayapa.





El hombre estaba penado a seis años y ocho meses por el delito de robo agravado. Su boleta de traslado indicaba que debía estar en la comunidad penitenciaria de Fénix, lugar en donde están los internos condenados, pero todo lo contrario: fue trasladado hasta el David Viloria, recluido como una persona procesada. El hombre, quien tras haber visto cualquier cantidad de cosas en los penales de régimen abierto, pensó que al llegar a una cárcel controlada por el Ministerio de Servicios Penitenciarios estaría mucho mejor, entendió que fue todo lo contrario.

“La celda en donde estamos tiene dos bases para que cada interno duerma, pero en ese cuartico, en lugar de sólo dos internos, conviven trece personas. Se duerme, entre el piso, el baño y hay que ingeniárselas para montar las sábanas como hamacas. Cada celda tiene su baño, pero están dañados. Cada uno debe hacer sus necesidades en bolsas y a veces pasan días para que las retiren. Debemos convivir con esos olores.

No tenemos una forma de distracción; suelen pasar hasta dos semanas y ninguno es sacado de la celda. La comida es repartida a través de los barrotes. De sentirnos mal debemos pasar nuestro malestar allí, aunque solicitemos ir al médico nos dicen que no”, destaca el privado de libertad.

El interno, quien se mostraba un poco ansioso, contaba que para el orden cerrado no tenían día específico. Eran sacados de forma aleatoria: cuando no les tocaba, no salían ni a respirar aire puro. Para pasar el rato conversaban entre ellos, ni radio, ni televisor le es permitido; tampoco tienen talleres para hacer sus trabajos.