Recientemente se celebró el Día Internacional contra la Corrupción, y precisamente Venezuela, ocupa el primer lugar como el país más corrupto del mundo, esto según un informe de la organización Transparencia Internacional. De un total de 175 países en los cuales se efectuaron mediciones, Venezuela se ubicó en el lugar número 161, Paraguay en el 150, Ecuador en el 110, Argentina en el 107 y México en el 103 junto con Bolivia. El índice de Percepción de la Corrupción se realiza mediante encuestas y evaluaciones realizadas por diversas instituciones y mide las percepciones sobre el grado de corrupción que existe en el sector público de cada país. Por lo tanto, aquí no se trata de una guerra económica, ni de planes magnicidas, ni de conspiración por parte de la oposición venezolana, aquí lo que ha pasado es que el cáncer de la corrupción, hizo metástasis en todas las instituciones de poder, provocando un colapso económico, político, social y moral.
Mientras Uruguay, Chile, Puerto Rico, Costa Rica, El Salvador, Perú, Colombia, Panamá y Ecuador, han hecho grandes esfuerzos por mejorar sus economías y darle un verdadero trato de seguridad de Estado al tema de la corrupción, en Venezuela, el poder es disputado por las mafias y cárteles que hoy dirigen el país. Y eso no lo digo yo. Mario Silva en un audio que presentamos al país, describió en detalles los casos de corrupción del alto gobierno y sus protagonistas, y posteriormente, el propio ministro de economía de este gobierno por más de quince años, Jorge Giordani, ratificó las denuncias hechas por el presentador de Venezolana de Televisión, y denunció que se robaron más de 25 Mil Millones de Dólares a través de operaciones fraudulentas con Cadivi, y como consecuencia de esta atrocidad, hoy los venezolanos estamos pagando todas estas caristias, porque esos recursos eran para traer alimentos, medicinas, repuestos para vehículos, ropa, calzado y otros enseres de gran importancia para la calidad de vida del pueblo. Sin embargo, aun no se le dice al país, quiénes son los responsables de este robo histórico.
Así como el robo de Cadivi, donde se dice que están involucrados altos jefes de este gobierno y sus enchufados, de igual manera en todos los sectores, estratos y funciones de este gobierno, está la corrupción como bandera de gestión, lo que sin lugar a dudas, ha hecho que Venezuela se detenga en el tiempo, porque todas las obras prometidas y enmarcadas en el Presupuesto Nacional de la Nación, todavía están en proyecto o a medio terminar. Puedo citar por ejemplo el Ferrocarril del Centro, el cual se prometió entregar para noviembre de este año, pero todavía le falta más de un treinta por ciento para concluir la obra, a pesar de ser un financiamiento del Fondo Chino por más de 6 Mil Millones de Dólares; de igual forma, ocurre con la Misión Vivienda, con Barrio Adentro, con Pdval y Mercal, con los carros chinos y en general, donde uno se meta, allí está imperando la corrupción.
No obstante, y cumpliendo con mi función de parlamentario y basado en denuncias tan graves realizadas por los propios personeros del alto gobierno, solicité una investigación penal contra Diosdado Cabello, José David Cabello, Carlos Aguilera y Manuel Barroso, entre otros, por los presuntos delitos de Peculado Doloso Impropio, Peculado Culposo, Malversación Genérica, Corrupción Propia y Pagos no Debidos y Asociación para Delinquir. Sin embargo, esta solicitud de investigación que fue consignada en la Fiscalía General de la República, al igual que muchas que he realizado, no recibimos respuesta, ni siquiera hemos sido citados en calidad de testigos. Así que no me vengan ahora a hablar de una Ley Anticorrupción, cuando las arcas están vacías, cuando la renta petrolera no da para más, cuando pisamos fondo, y lo único que vemos como respuesta, son cadenas irresponsables anunciando algunos chinitos “recadi”, medidas y paquetazos que van en detrimento de la gente, y la persecución y amedrentamiento contra los líderes de la oposición que denuncian toda esta descomposición. Todos sabemos de qué se trata el asunto. Aquí una clase política se enriqueció a costillas de la gente, arrinconando a un pueblo y sometiéndolo a las carencias más graves y dantescas.
Hasta que este gobierno no se sincere y haga una introspección, y profundice dónde están los focos de corrupción y quienes los dirigen, seguiremos dando tumbos y cada día muriendo como nación, porque es mucho lo que se dice y poco lo que se hace, porque no les conviene echarse dedos entre ellos mismos, porque definitivamente, este es un gobierno que está pegado contra las cuerdas, que ya el discurso demagogo y manipulador no cala en él pueblo, y entonces, lo que no han hecho en más de una década, pretende apretar el cinturón, poniendo como garante la necesidad de la gente.
Les digo que este es un cuento del nunca acabar, por dónde uno se mete, sale un caso de corrupción y de complicidad, por ejemplo, cómo es posible que esta semana se haya incautado una remesa cuyo monto se estima entre Ocho y Diez Millones de Dólares que estaban ocultos en el interior de la plataforma de un camión propiedad de la empresa Bolivariana de Puertos que se encontraba aparcado en el Muelle 25 de Puerto Cabello. A pesar de que se dijo que se produjeron detenciones y que el modus operandi se relaciona con el narcotráfico, seguramente, nunca conoceremos la verdad de los hechos a pesar de estar involucrada una empresa del gobierno nacional.
Es por ello y por miles de motivos, que los venezolanos que quieren un país de unión y de cambio definitivo, tienen una oportunidad histórica con las elecciones parlamentarias del 2015, porque todos estos actos indignos han ocurrido por la complicidad de una Asamblea Nacional con una mayoría amañada, que obedece es a los mandatos del gobierno y a los intereses personales de quienes hoy dirigen al país. En el parlamento venezolano no se legisla en función del país y de su gente, sino en función de los caprichos de una minoría que hoy pretende arrinconarnos. Pues les decimos, que ya basta. Los venezolanos en su mayoría quieren vivir en paz, en progreso y en unión, y no en la mendicidad, en la mentira, en la violencia y en la persecución de esta llamada revolución.
Ismael García
Diputado a la Asamblea Nacional
Primero Justicia
@ismaelprogreso