El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, manifestó hoy que es viable la concentración de los guerrilleros de las FARC en una zona de distensión en la primera fase del postconflicto, si se llega a firmar la paz.
“Es una alternativa perfectamente viable, se ha utilizado en el pasado en diferentes experiencias”, afirmó Santos en una entrevista con La W Radio.
La posibilidad de que los guerrilleros de las FARC estén concentrados en una zona especial fue sugerida el pasado 20 de noviembre por el fiscal general de Colombia, Eduardo Montealegre, y el expresidente Álvaro Uribe (2002-2010), tras una reunión que mantuvieron en Bogotá.
La idea de una zona de distensión había sido rechazada por el propio Uribe durante su Gobierno tras el fracaso de un experimento similar hecho en los diálogos de paz de San Vicente del Cagúan, en el sur del país, entre 1999 y 2002, durante el Gobierno de Andrés Pastrana.
En la entrevista de hoy, Santos se refirió además a la polémica surgida por la posibilidad de que se amplíe el concepto de delitos políticos para incluir el narcotráfico como delito conexo.
Al respecto, el mandatario explicó que si un jefe guerrillero es “narco” no podrá obtener beneficios de la justicia transicional, diseñada para facilitar la incorporación de los alzados en armas a la vida civil, porque el narcotráfico nunca será delito político.
Según el presidente, “a los narcotraficantes nunca se les podrá juzgar bajo ese parámetro, (porque) el narcotraficante es delincuente, es un criminal”.
Para el mandatario, “otra cosa muy distinta es que una persona o una organización que tenga ese estatus político, que se va en rebelión contra un Estado, utilice ciertos mecanismos que son delitos”.
“Por eso se llama la conexidad, un delito conexo, para lograr sus fines, entonces dentro de la justicia transicional podría darse el caso de que esos delitos conexos se consideren como delitos políticos”, expresó.
En ese orden de ideas explicó que en el caso del “guerrillero que está en rebelión y que se beneficia del narcotráfico, en ese momento puede considerarse esos delitos conexos al político”.
El mandatario señaló además que en las negociaciones con las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), iniciadas hace dos años, no habrá paz con impunidad, aunque reconoció que “no se puede juzgar a todos los guerrilleros, porque en eso nos tardaríamos 50 años”.
Sobre el mecanismo de refrendación popular de los posibles acuerdos que se firmen con las FARC, el presidente aseguró que llegado ese momento “el pueblo colombiano va a votar por la paz”.
“El pueblo está con la paz. Será una paz sensata que traerá beneficios al país”, puntualizó.
El último ciclo del año de los diálogos de paz concluirá hoy en La Habana y las negociaciones serán reanudadas en una fecha aún no definida de enero próximo. EFE