El vuelo QZ8501 se encontraba entre el puerto indonesio de Tanjung Pandan y la ciudad de Pontianak, en la provincia occidental de Kalimantan en la isla de Borneo, cuando desapareció. Había mal clima sobre Belitung en esos momentos y la aeronave había estado volando a 32.000 pies, tras lo cual los pilotos pidieron subir a 38.000 pies para evitar las nubes.
Tanto en la ciudad indonesia de Surabaya, desde donde partió el vuelo, como en Singapur, los ansiosos familiares de los pasajeros esperaban noticias. Louise Sidharta estaba en el aeropuerto Changi de Singapur esperando el regreso de su prometido desde unas vacaciones familiares.
“Eran sus últimas vacaciones antes de que nos casáramos”, comentó. Un hombre llamado Purnomo relató a TVOne en Surabaya de un afortunado contratiempo. “Yo debería haber estado en el vuelo junto con mis amigos. Nosotros, siete personas, habíamos planeado ir a Singapur para vacaciones, pero esta mañana yo tuve una emergencia. Yo tenía mi pasaporte en la mano, pero tuve que cancelar el viaje”, comentó.
El presidente de AirAsia de Malasia, Tony Fernandes, dijo que se dirigía a Surabaya con su equipo gerencial de Indonesia. “Mi único pensamiento está con los pasajeros y mi tripulación. Ponemos nuestra esperanza en la operación del SAR (búsqueda y salvamento) y agradecemos a los gobiernos de Indonesia, Singapur y Malasia”, dijo a través de Twitter. AirAsia cambió su distintivo logotipo rojo brillante y puso un fondo gris en su sitio web y en sus cuentas en redes sociales. El incidente ocurre cuando está por terminar un año desastroso para las aerolíneas de la región.
Con información de Reuters