Una telenovela histórica china volvió a la pequeña pantalla tras haber sido retirada y modificada debido a que los censores consideraron que los escotes de las actrices eran demasiado aparentes bajo sus vestidos de época, según la prensa de este sábado.
En la versión editada de esta superproducción sobre la vida de la emperatriz Wu Zetian al final del siglo VII ya solo aparece la cara de sus protagonistas, sin el busto, precisó la agencia de prensa Xinhua.
Esta serie histórica sobre la única emperatriz que ha tenido China en toda su historia -encarnada por la estrella internacional Fan Bingbing-, empezó a emitirse el 21 de diciembre en la cadena de televisión por satélite Hunan TV.
Una semana después se interrumpió brutalmente la difusión de “La emperatriz de China” y los productores alegaron “razones técnicas”.
Furiosos, los internautas no tardaron de establecer la relación entre la suspensión y los bustos y sensuales curvas de las actrices, que sin embargo iban siempre vestidas con trajes de época.
La poderosa Administración de Estado de la Prensa, la Edición, la Radio, el Cine y la Televisión se negó a explicar los motivos de la retirada de la serie.
Pero su vuelta a la pantalla, con sus heroínas reenmarcadas en formato “primer plano”, confirmó que la tesis de los internautas era la correcta.
Las reglas de la censura en China son opacas y nunca se justifican. A menos que una película dé una imagen particularmente elogiosa del pueblo chino, es raro que pase intacta por el yugo de los servicios de propaganda del Partido Comunista.
La censura a veces es política -para obras consideradas nefastas para la estabilidad de la sociedad o que vehiculan un mensaje considerado contrario a los intereses del partido único- pero otras se extiende al terreno de la moral.
La tijera también se aplica a las escenas de desnudo o sexuales y a las secuencias consideradas violentas.