Sigue crítica enfermera británica con ébola; otro empleado en observación en EEUU

Sigue crítica enfermera británica con ébola; otro empleado en observación en EEUU

Foto AFP

ebola

La enfermera británica contaminada por el virus del Ébola se debatía entre la vida y la muerte este domingo, mientras un auxiliar de enfermería será puesto en observación en Estados Unidos a su regreso de Sierra Leona, donde se detectaron nuevos focos.

Jacques Klopp/AFP

El hospital londinense Royal Free Hospital, donde la enfermera se encuentra aislada desde el martes, anunció el sábado que Pauline Cafferkey, de 39 años, se encontraba en estado crítico.

“Su estado se ha degradado mucho en los últimos dos días”, explicó el hospital.

El ministro de Sanidad británico, Jeremy Hunt, aseguró que estaba recibiendo los mejores cuidados, y el primer ministro David Cameron dijo en Twitter que su “pensamiento y rezos” se encontraban con la enferma.

La paciente había aceptado en los últimos días recibir un tratamiento antiviral experimental y plasma sanguíneo extraído a una persona que superó previamente la enfermedad, con la esperanza de que los anticuerpos presentes en el mismo la ayuden a combatir el virus.

Para el profesor Hugh Pennington, experto en microbiología, a partir de ahora la enfermera, que trabajaba en Sierra Leona para la organización Save the Children, solo podrá contar con la suerte para sobrevivir.

“El plasma es probablemente su mejor esperanza de tratamiento”, considera.

Cafferkey es la segunda persona que recibe tratamiento contra el ébola en el Reino Unido, después de que el enfermero voluntario William Pooley fuera internado y se recuperara satisfactoriamente en el mismo hospital, tras lo cual decidió volver a Sierra Leona.

La enfermera dio positivo el lunes en Glasgow, en Escocia, a su regreso de una misión en Sierra Leona.

– ‘Para el ébola no hay plan B’-

Por otro lado, un auxiliar de enfermería estadounidense que trabajó en el mismo país africano, donde estuvo expuesto al virus, será puesto en observación este domingo en un hospital de Nebraska, en el centro de Estados Unidos.

El empleado, cuya identidad no ha sido difundida, llegará en avión al centro, donde será examinado, y eventualmente sometido a tratamiento.

“El paciente estuvo expuesto al virus, pero no está enfermo ni es contagioso”, declaró el doctor Phil Smith, director médico de la unidad especializada del Nebraska Medical Center.

El Nebraska Medical Center, especialmente equipado para tratar a los afectados por el virus, ya tuvo otros tres pacientes contagiados. Dos sobrevivieron, mientras que el tercero, un médico sierraleonés residente estadounidense, que trabajaba en Freetown, falleció en noviembre.

“Pese a ello, vamos a tomar todas las precauciones necesarias. El paciente será puesto en observación en la misma habitación que la utilizada para los tres primeros pacientes y será controlado con atención para ver si la enfermedad se desarrolla”, indicó.

A finales de diciembre, sin contar a Pauline Cafferkey, la Organización Mundial de la Salud (OMS) contabilizó 678 trabajadores sanitarios infectados por el virus, de los que murieron 382.

Contra el ébola “no hay plan B”, y el virus “debe ser vencido”, declaró el nuevo jefe de la misión de la ONU para la lucha contra la enfermedad, (UNMEER), Ismail Ould Cheij Ahmed, llegado a Accra para asumir sus funciones.

El nuevo responsable de la lucha contra la peor epidemia de ébola de la historia, que se ha cobrado casi 8.000 muertos, se mostró optimista al declarar que la victoria está a “nuestro alcance”.

La UNMEER, basada en la capital de Ghana, fue creada para pilotar la batalla contra el virus en los tres países más afectados: Liberia, Siera Leona y Guinea.

En su discurso de Año Nuevo, el presidente sierraleonés, Ernest Bai Koroma, llamó a una semana de oración y ayuno ante la aparición de nuevos focos de la epidemia en el este del país.

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