El Rey Felipe VI de España, en su primera celebración de la Pascua Militar como jefe de los Ejércitos, recordó hoy a los miembros de las Fuerzas Armadas que “mandar es servir”, y se comprometió ante todos ellos a cumplir esta máxima. EFE
El monarca, en un acto celebrado en el Salón del Trono del Palacio Real de Madrid y acompañado por la Reina Letizia, animó a los militares españoles “a seguir trabajando con la misma abnegación, disciplina y lealtad, por nuestra gran nación, comprometidos con el presente y optimistas sobre nuestro futuro”.
En su discurso rindió homenaje a su padre, el Rey Juan Carlos, que abdicó el 18 de junio. “A él dedico en este día el homenaje de gratitud y respeto que merece de todos nosotros”, proclamó.
La celebración de la Pascual Militar en España se remonta al siglo XVIII, después de que el 6 de enero de 1782 Carlos III felicitara a las tropas españolas que recuperaron la ciudad de Mahón -en la isla mediterránea de Menorca- en poder de los ingleses.
Felipe de Borbón agradeció a todos los miembros de las Fuerzas Armadas y la Guardia Civil su “compromiso de lealtad y servicio a España y la Corona”.
El monarca, que accedió al trono el pasado mes de junio, se dirigió por primera vez a las Fuerzas Armadas en una Pascua Militar, y en esta circunstancia les confesó sentir “el honor y la responsabilidad enormes” que suponen ser su “mando supremo”.
Recordó que a él le enseñaron que “mandar es servir” y añadió “no habrá día en el que deje de recordar este principio, ni deje de sentir una inmensa gratitud y admiración hacia los hombres y mujeres que eligen -o eligieron- servir a su patria, a sus conciudadanos”.
Vestido con uniforme de gala de la Armada, el jefe de las Fuerzas Armadas aludió a las misiones internacionales donde participan los soldados y guardias civiles españoles, que constituyen, dijo, “un motivo de orgullo para todos” por su “esfuerzo y entrega en defensa de los intereses de España”.
A todos ellos les recordó que la UE, la OTAN y la ONU conocen bien su “dedicación y compromiso” y les valoran porque se han ganado su prestigio “día a día, con profesionalidad, rigor y disciplina, y llevando a gala la combinación de valentía, humanidad y empatía que tanto caracterizan al soldado español”.
Felipe VI, en su primera celebración de la Pascua Militar, recuperó el protocolo castrense de este acto, al pasar revista a una formación de la Guardia Real en el Patio de la Armería del Palacio Real, donde sonó el himno nacional y la salva de 21 cañonazos.
El año anterior el acto de redujo debido a los problemas de salud del rey Juan Carlos I.