Budistas, musulmanes o protestantes, todos están contentos y dan la bienvenida al papa Francisco a Sri Lanka convencidos de que la llegada del pontífice es una bendición para un país que comienza una nueva etapa de su historia con deudas pendientes.
Fotos Reuters
La multirreligiosa Sri Lanka, un país donde los budistas representan el 70% de la población, un 15% son hinduistas, alrededor del 10% musulmanes y apenas un 7% cristianos (6,2% católicos) vio como el papa Francisco llegaba hoy al país y es ya el centro de la atención de todo el mundo independientemente de su credo.
Miles de sinaleses, muchos de ellos simples curiosos, recibieron hoy con banderas blancas y amarillas en la mano al papa a su paso por las calles de Colombo, que desde hace días delataban el recorrido que iba a tomar el pontífice con los emblemas del Vaticano y el rostro de Bergoglio.
Lejos de ellas, cerca de mezquitas y templos budistas el trajín era mucho menor, pero no el interés y la expectativa que ha generado la visita del papa argentino a una tierra marcada completamente por la religión.
“La mayor parte de la población de Sri Lanka es budista pero desde el día en que oímos la noticia de que su santidad el papa Francisco estaba viniendo a Sri Lanka (la noticia) hizo a todos los sinaleses incluyendo a los budistas felices”, indicó a Efe Suranimala Senaratne.
Senaratne, uno de los directores de la televisión budista The Buddhist,indicó que todos los practicantes de esa religión son educados en la creencia de que cada persona debe seguir la religión que elija sin ningún tipo de obstáculo.
Aseguró que en esta isla, de 20 millones de personas, todo el mundo cree que la visita del papa es una “bendición” y un “buen augurio” y subrayó la coincidencia de la visita del papa con el inicio del gobierno de Maithripala Sirisena, elegido hace apenas cinco días por los cingaleses y que lleva sólo cuatro días al frente del país.
“Todo el mundo piensa que la visita del papa es una bendición muy grande para el futuro de este país”, dijo.
Senaratne destacó las primeras palabras del papa Francisco a su llegada al país llamando a los ceilandeses a la colaboración y el respeto entre las distintas religiones después del conflicto que vivió este país durante sus 26 años de guerra civil finalizada en 2009.
Uno de los puntos de la agenda del papa será además un encuentro interreligioso con representantes de todos los credos del país.
“Creo que esto es un nuevo inicio para Sri Lanka y va a ser una muy buena bendición para la paz y la armonía en nuestro país”, indicó el budista celebrando las palabras del sumo pontífice.
Frente a una de las principales mezquitas de Colombo, Kollupitiya Jumma, el día hoy era de mucha mayor tranquilidad, aunque los musulmanes que entraban y salían del templo tampoco veían con malos ojos la llegada de “un hombre santo que vela por la paz en el mundo”.
“Es bueno, él es el líder espiritual de los católicos y me alegro por los católicos de Sri Lanka”, dijo a Efe Inamul Hassam.
Para este transportista de 35 años, “todas las religiones buscan la paz en el nombre del señor y por tanto es buena” la visita del papa.
“Estamos muy felices de que el papa haya venido a Sri Lanka, quiere ver a todo el mundo, a todo tipo de personas aquí”, celebró a unos pocos metros de la mezquita Mohamad Fajlun, un jubilado de 70 años
Por su parte, para el reverendo Priyalad Perera de la Iglesia Metodista Richmong Hill Galle, la visita de Francisco I es “esencial” para la comunidad católica de todo el país, pero también una bendición para todos los sinaleses.
“Nuestro estatus espiritual, independientemente de la religión todo el país será bendecido”, añadió.
José Luis Paniagua/EFE