La alcaldesa de Maracaibo, Eveling de Rosales, asistió a la multitudinaria procesión mariana que acompaña desde hace 159 años a la imagen de la Divina Pastora, desde el pueblo de Santa Rosa hasta la ciudad de Barquisimeto. La mandataria municipal elevó sus oraciones por un presente de paz para todos.
“Vinimos a pedirle a la Virgen que no permita que Venezuela se arruine, los venezolanos nos resistimos a tener un país en ruinas; la crisis económica que vivimos requiere que el Gobierno nacional adopte medidas urgentes para enfrentarla y que sume a todos los sectores productivos del país sin aislar a los gobernadores y alcaldes que podemos aportar un granito de arena para reconstruir este país.” afirmó.
Trejo de Rosales considera inaplazable que el Gobierno establezca un diálogo “verdadero” con los empresarios para recuperar el aparato productivo y salir de esta coyuntura. “La caída de los precios del petróleo, que ronda los 40 dólares, debe hacer reflexionar al Presidente sobre las cosas que está haciendo mal y lo necesaria que es la empresa privada para el avance de la nación” agregó.
Reprochó la situación de calamidad a la que es sometido el pueblo para acceder a los productos de primera necesidad en los supermercados del país. “Nos angustia saber que nuestro pueblo es sometido a esta situación denigrante, sabemos lo que sufren todos los días las madres y padres de Venezuela en las largas colas para comprar comida. Parece que al Gobierno se le olvidó que el desabastecimiento no es culpa del pueblo, sino de la falta de políticas de planificación y de incentivos a la producción nacional”, sentenció.
La Alcaldesa marabina también pidió a la Divina Pastora por la libertad los presos y exiliados políticos: “Ruego por ellos, por los que están presos injustamente y quienes, como mi esposo, son perseguidos por pensar distinto y querer un futuro de progreso para Venezuela; queremos una medida humanitaria, una medida de reconciliación”, afirmó la Alcaldesa de Maracaibo.
Sin atajos
Eveling de Rosales está en desacuerdo con tomar “atajos” para lograr un cambio político en Venezuela, “no creo en el camino fácil, creo en el trabajo diario de hombres y mujeres que impulsan el crecimiento del país. Indicó que “para retomar el rumbo de la nación se necesita que los ciudadanos expresen sus molestias” pero aclaró que “las protestas violentas o un paro nacional serían acciones desfavorables para la democracia”.