Por la radiación térmica. La radiación térmica (o calorífica) es la que emite un cuerpo debido a su temperatura. Todos los cuerpos, incluso los que están en estado sólido, emiten radiación electromagnética, cuya longitud de onda (frecuencia) depende a su vez de la temperatura a la que esté.
Es el mismo principio que se esconde, por ejemplo, detrás del hecho que algunas bombillas tengan una luz mas cálida o más fría.
En el caso concreto de la lava, y cuando la calentamos a temperaturas tan altas, la longitud de onda es es color anaranjado-rojizo tan espectacular. Dicho de otro modo, la mayoría de los objetos con los que interactúamos, hasta tu mismo, emiten radiación electromagnética. Y además no lo haces de manera uniforme, que es el motivo por el que las cámaras infrarrojas captan distintos grados y colores en las diferentes partes del cuerpo.
De hecho, y en catástrofes naturales provocadas por erupciones de volcanes, se utilizan colorímetros para inferir el calor de la lava a partir de su color.
Vía Gizmodo