Los habitantes de la capital del municipio Peña del vecino estado Yaracuy se encuentran al borde de la desesperación por las dificultades que deben enfrentar para conseguir el gas necesario para sus casas. El Impulso
“Uno tiene que andar del timbo al tambo persiguiendo los camiones con las bombonas para comprarlas y a veces se acaba el gas en la casa y hay que apelar por la leña para hacer la comida”, dijo Marcelino Fernández mientras hacía una cola en una calle del sector La Plazuela.
Dijo que reside en el sector La Sabanita, al este de Yaritagua, pero como por allá no se consigue el combustible tuvo que trasladarse hasta ese sitio, en el oeste.
Explicó que un amigo le dijo que durante la mañana iba a llegar un camión cargado con cilindros para distribuirlos entre quienes se encontraban en la cola, pero a las once no había llegado.
María Cristina Pernía, una ama de casa, había llegado procedente de la vía hacia Manzanita con la esperanza de poder reponer la bombona que se vació hace varios días y no encuentra como preparar los alimentos.
Otra de las amas de casa denunció la especulación de la que están siendo objetos por parte de sujetos inescrupulosos que, en combinación con algunos choferes de camiones distribuidores, les venden las bombonas a precios exhorbitantes.
Pidió la intervención de la policía para que le hagan seguimientos a los camiones de PDVSA Gas y apliquen severas sanciones a quienes están involucrados en esa práctica.
Igualmente exigió que el conductor del camión que distribuye el gas en La Plazuela llegue temprano porque los y las jefes de familias pierden hasta un día esperándolo para proveerse de tan indispensable servicio.
A los directivos de la empresa los usuarios pidieron que aumenten la cantidad de bombonas que son enviadas a Yaritagua para que las amas de casa, y los padres, no tengan que deambular de un lado a otro para adquirirlas.