Peritos confirmaron que la bala que provocó la muerte del fiscal argentino Alberto Nisman, que hace unos días denunció a la presidenta Cristina Fernández por encubrir a los autores del ataque en 1994 contra la mutual judía AMIA, procedía del arma hallada junto a su cadáver hoy en su vivienda en Buenos Aires.
El jefe de Gabinete del Gobierno argentino, Jorge Capitanich, había informado previamente en una breve comparecencia que el cadáver de Nisman fue encontrado en la madrugada en el baño de su domicilio porteño junto “a un arma de fuego de calibre 22 además de un casquillo de bala”, sin abundar en posibles causas de su muerte.
Los expertos en balística de la policía, que compararon el plomo extraído de la cabeza del fiscal con el arma, confirmaron que la bala que provocó la muerte del fiscal procedía de esa pistola de calibre 22.
La Justicia espera que el Registro Nacional de Armas (Renar) informe si la pistola encontrada por los investigadores es una de las dos armas registradas a nombre del fiscal.
A la espera de los resultados de la autopsia, que ya terminó y cuyas conclusiones se conocerán en las próximas horas, la fiscal de la causa, Viviana Fein, anticipó que Nisman murió “de un único disparo”.
Los investigadores no hallaron ninguna carta de despedida en su domicilio, pero sí numerosa documentación sobre la denuncia que presentó la semana pasada contra la presidenta Cristina Fernández y algunos de sus colaboradores por presunto encubrimiento de Irán en el atentado contra la mutual judía AMIA en 1994.
Nisman iba a comparecer hoy en el Congreso para aportar supuestas pruebas sobre el encubrimiento del Poder Ejecutivo a presuntos terroristas iraníes que causaron la muerte de 85 personas en el atentado contra la Asociación Mutual Israelita Argentina en 1994.
La investigación y la comunidad judía atribuyen a Irán y a la organización Hizbulá la planificación y ejecución del ataque terrorista. EFE