El grupo yihadista Estado Islámico (EI) amenazó hoy con ejecutar a dos rehenes japoneses y exigió por ellos un rescate de 200 millones de dólares, según un vídeo difundido en foros utilizados habitualmente por los extremistas.
Los secuestrados, identificados como Haruna Yukawa y Kenji Goto Jogo, aparecen arrodillados y vestidos con el mono naranja que ya es frecuente en las cintas del EI, mientras que las amenazas las efectúa un combatiente, que da un plazo de 72 horas al Gobierno japonés para responder a su demanda.
“Al primer ministro de Japón (Shinzo Abe): Aunque estás a más de 8.500 kilómetros del Estado Islámico te has presentado dispuesto como voluntario para tomar parte en esta cruzada”, dice el yihadista, que habla en inglés y que aparentemente es el mismo que suele aparecer en los vídeos de rehenes occidentales.
El combatiente acusó al Gobierno nipón de haber donado 200 millones de dólares para combatir al EI, aludiendo al anuncio hecho por Abe hace tres días en El Cairo.
Por ese motivo, el radical dio un ultimátum de 72 horas al pueblo japonés para que presione a su Ejecutivo para que tome la decisión de pagar esa cantidad al EI, con el fin de salvar las vidas de los rehenes.
Se cree que Yukawa, de 42 años, podría haber sido secuestrado en Alepo en agosto mientras se encontraba con miembros de una facción rebelde rival del EI, según medios japoneses.
Los motivos de su estancia en el territorio sirio son confusos, aunque, de acuerdo a fuentes insurgentes citadas por la prensa japonesa, habría sido capturado cuando acompañaba a miembros del Frente Islámico en un enfrentamiento.
Por su parte, Jogo es un periodista freelance que fue capturado por el EI cuando se encontraba en Siria cubriendo el conflicto bélico y conoció a Yukawa.
La organización extremista proclamó un califato en Siria e Irak a finales de junio de 2014.
Hasta el momento, el EI ha decapitado a cinco secuestrados occidentales: los periodistas estadounidenses James Foley y Steven Sotloff, y los cooperantes británicos David Haines y Alan Henning, y el estadounidense Peter Kassig. EFE