Exequíades Chirinos: Venezuela se reencuentra

Exequíades Chirinos: Venezuela se reencuentra

Venezuela marcha en dos tiempos, en dos senderos que se bifurcan. O, al menos, esa es la visión desde el gobierno nacional que preside Nicolás Maduro.

Dividir, crear dos polos opuestos fue la estrategia de Hugo Chávez que ahora el régimen madurista sigue aplicando para tener a quien responsabilizar, a quien siempre echarle las culpas.

Otrora de los supuestos 40 años de desastre y ahora de la escasez de alimentos, del ineficiente servicio eléctrico porque es necesario buscar a quien odiar y que éste, a su vez, también odie para mantener la conflictividad social.

Confrontarnos. Crear dos espacios irreconciliables. De un lado el chavismo, el socialismo, el madurismo que pretende actuar mediáticamente al estilo Robin Hood pero se encumbre en puras mentiras; y, del otro lado, la extrema derecha, los cachorros del imperio, la Cuarta República, todas esas etiquetas gubernamentales creadas para alimentar la premisa de “divide y vencerás”.

Sólo que en algún momento los extremos se encuentran, los senderos se topan y los tiempos coinciden. En el 2015 todos los venezolanos sin excepción andan tras la búsqueda de los alimentos más primordiales; leche, azúcar, harina pan, huevos, carne, pollo, etc. También, tras la pista de bienes esenciales como el papel sanitario.

El lugar de encuentro, forzado o inevitable, son las colas para todo, desde comprar un jarabe en la farmacia, pañales, un kilo de azúcar hasta para adquirir la batería del automóvil.

De igual forma, se está dando un reencuentro en torno al tema más delicado que aterroriza a Nicolás Maduro y sus acólitos: en lo político, al emerger un fuerte rechazo a quien hoy ostenta la presidencia de la República por un giro del Consejo Nacional Electoral más que por respaldo popular.

Maduro es constantemente mencionado e insultado miles de veces en esas terribles colas de todos los días. Desde el momento cuando se arma la fila, en el instante en que el funcionario de seguridad maltrata a la gente hasta en la repetidísima ocasión cuando el dependiente del supermercado grita a todo pulmón: “Se acabó el arroz”.

El punto clave es como trasladar ese tremendo rechazo político a Maduro a las urnas de votación para ganarle la partida en la Asamblea Nacional. Nada sencillo porque el interés de la gente está concentrado en su necesidad inmediata y de esa manera lo desea el gobierno, a fin de que se desentienda de la gran elección.

Así que es pertinente recordarle a cada uno de los venezolanos que la forma de salir de este desastre madurista-chavista-socialista-castrista es mediante el ejercicio del voto, además de movilizarse.

Para ello es vital pasar el malestar generado por la elección inconstitucional de los miembros del Poder Electoral, de quienes de nuevo se apoderaron del CNE por la fuerza a fin de hacernos sentir que no vale la pena participar. Esa jugada hay que entenderla con la lógica gubernamental que busca precisamente eso: desánimo y abstención, de allí que es necesario superar ese agrio malestar de ver de nuevo a la Tibisay Lucena y su combo como supuesta garantía de triunfo Maduro.

Pero, se equivocan. Con los miles de votos no hay quien pueda porque cada sufragio en las próximos comicios de la Asamblea Nacional tendrá la significación del más alto rechazo a un régimen que llevó al país a la quiebra, a la desolación, a la ruina, mientras Maduro y los enchufados se enriquecieron a costa de los recursos del tesoro nacional. Verbigracia, el reciente viaje turístico por los países petroleros y la “colita” de la niñera de Elías Jaua.

Viene marchando a todo tren el reencuentro de los venezolanos, así sea en momentos cuando la nación está sumergida en un abismo made in Nicolás Maduro Moros. Los caminos se unen, los tiempos concuerdan. Se acerca la despedida del régimen, eso sí, por la fuerza y el empuje de los votos.

@exequiades

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