Un caso desconcertante y desgarrador, en que una madre está acusada de envenenar intencionalmente a su hijo de cinco años con sal y mostrar su agonía en las redes sociales ha comenzado en un suburbio de Nueva York.
Lacey Spears, de 27 años, quien se presentó en internet como una madre totalmente dedicada a su hijo, está acusada de homicidio con alevosía y homicidio culposo por la muerte hace un año de Garnett-Paul Spears.
“Esta madre suministraba intencionalmente a su hijo sal en niveles tóxicos”, dijo la fiscal Doreen Lloy en la audiencia de instrucción.
Los niveles de sodio del niño se elevaron a niveles peligrosos sin que hubiera una explicación médica, lo que provocó inflamación del cerebro, convulsiones y la muerte. Los procuradores creen que su madre, que estaba con él en el hospital, le suministró sal mediante una cánula de alimentación directamente al estómago.
Mientras tanto, informó a sus seguidores con 28 mensajes por internet en los últimos 11 días de su vida. Al morir el niño, escribió “Garnett el grande siguió viaje hoy a las 10.20 a.m.” Hizo miles de descargas a lo largo de la vida de Garnett, muchas de ellas sobre su médico y sus visitas al hospital.
“Mi Dulce Angel Está En Hospital Por 23ra Vez”, tuiteó el 9 de noviembre de 2009, y agregó un emoticón de cara triste. “Por Favor Recen Para Que Vuelva A Casa Pronto”.
La selección del jurado comenzó el lunes con 90 postulados en la corte.
El acta de instrucción de cargos indica que Garnett murió “bajo circunstancias que revelan una indiferencia alevosa hacia la vida humana” en lugar de premeditación. La pena máxima en este caso es la misma que para homicidio premeditado: de 25 años a cadena perpetua. El cargo de homicidio culposo alega que Spears mató a su hijo “mientras su intención era causar lesiones físicas graves”.
AP