Carmen Julia Rodríguez Orozco (39) y Oscar Alfonso Rosales Ortega (59), murieron tras ser baleados la noche de este domingo, en la calle Estadio del barrio Alexander Burgos, frente a la casa 237, al sur de Valencia.
El hecho ocurrió a las 10:00 de la noche cuando desde un vehículo, color rojo, que se desplazaba por la vía varios sujetos desconocidos dispararon sin piedad contra los presentes.
Según informaron algunos familiares, las víctimas conversaban cuando los proyectiles los alcanzaron y les cegaron la vida.
En menos de diez minutos, los presuntos homicidas regresaron al sitio y volvieron a abrir fuego.
Los vecinos atemorizados se resguardaron y a través de una llamada al 171 avisaron a la Policía de Carabobo acerca del suceso. Mientras llegaban los funcionarios de seguridad, los sujetos le robaron las pertenencias a Rosales Ortega, quien cayó tendido en el piso, para ellos después huir.
Se conoció que la dama fue trasladada de emergencia al Hospital Central, donde ingresó sin signos vitales, pues se desangró en el camino. Dejó tres hijos huérfanos.
En el sitio también resultaron heridos otros vecinos. Trascendió que se encuentran hospitalizados en otros centros de salud de la ciudad.
Ultimado hombre en sector El Venado de Güigüe
En horas de la mañana de este lunes fue encontrado sin vida Edwin Díaz Pérez (18), en una canal del barrio La Linda, sector El Venado, parroquia Güigüe del municipio Carlos Arvelo.
El hombre recibió múltiples disparos en su espalda. Al parecer corrió para buscar ayuda, pero se desangró y cayó en la canal.
Familiares informaron que el joven salió de casa, ubicada en la Ciudadela Andrés Bello a las 7:00 de la noche a comprar una caja de cigarros, pero cuando vieron que eran más de las 11:00 de la noche y que no había regresado, su madre se angustió y salió a buscarlo junto con los vecinos de la zona.
Una larga noche de búsqueda, desvelo y llanto tuvo la familia Díaz Pérez, cuando aún mantenían la esperanza de que el joven estuviera en casa de un amigo, pero toda ilusión se acabó cuando a las 6:00 de la mañana, a través de una llamada telefónica un familiar le avisó a la madre que el muchacho había aparecido, pero muerto.
Habitantes de la zona destacaron haber escuchado varias detonaciones a las 8:00 de la noche, pero hicieron caso omiso, porque últimamente ese sonido se ha convertido en algo común en el sitio.
Se conoció que era el mayor de los dos hermanos y el año pasado se había graduado de bachiller. Trabajaba en un asentamiento campesino de la zona, recogiendo limones. Familiares desconocen si fue por ajuste de cuentas.
Vía:Notitarde.com