Se me hace difícil recordar cuando la prensa empezó a formar parte de mi vida, a decir verdad desde que tengo uso de razón ha estado presente cada mañana en mi casa y “El Carabobeño” ha sido uno de esos diarios que nunca ha faltado.
Cuando era niño lo que más me llamaba la atención de la prensa era la sección deportiva, y los suplementos dominicales no podían faltar. Con el pasar de los años me empezaron a interesar otras secciones, pero lo que nunca pude imaginar en aquella época, era que unos años más tarde iba a ocupar un espacio en la página A4.
No tengo la menor duda que frente a las crisis siempre surgen oportunidades, y ante esto, el secreto es innovar. El mundo está avanzado en exponenciales y hay que agarrar unos patines para que la globalización no nos deje atrás.
Es normal que muchas personas se resistan al cambio, pero el cambio no se va a resistir por esas personas, y para muestra un botón, las aplicaciones de los teléfonos inteligentes demandan actualizaciones por lo menos una vez cada dos meses, a veces inclusive una vez al mes o hasta menos.
Un ejemplo claro de que el mundo avanza en exponenciales es el hecho de que la radio y la televisión tardaron 38 y 13 años para llegar a los 50 millones de usuarios; mientras que, el internet en tan solo cinco años alcanzo el mismo número de usuarios, sin mencionar algunas redes sociales que tardaron inclusive menos de 2 años para lograr el cometido. Es que es tan cierta la teoría de los exponenciales, que ahora en un Micro SD se puede almacenar lo que anteriormente requería un edificio entero.
Venezuela de una u otra manera se ha resistido al cambio, o algunas personas han hecho todo lo posible para que éstos no lleguen a nosotros, pero no cabe la menor duda de que ha llegado el momento de asumir los cambios en nuestro país, no podemos permitir que el futuro se nos convierta en pasado.
Ante la crisis que enfrentamos como nación, es fundamental entender que la solución debe apostar por ideas nuevas, y no las mismas refritas de siempre con nuevos nombres. El momento es ahora, sin prisa pero sin pausa, como diría mi tía “Del apuro solo queda el cansancio”´.
Los venezolanos hemos madurado como para entender que el cambio es necesario, que a veces es difícil salir de la zona de confort, pero en el momento que logramos dar un paso hacia adelante, nos damos cuenta que hay miles de cosas positivas, siempre y cuando logremos avanzar.
Venezuela va a cambiar, y nosotros los venezolanos debemos ser los motores para poder avanzar, debemos dejar atrás etapas para asumir otras, nuestra vida es como una escalera en la cual siempre debemos pisar el próximo escalón, con firmeza y seguridad. Quizás nos tardemos un poco más en unas pisadas que en otras, pero a lo que nunca debemos temer es a alcanzar nuestra próxima meta.
Una buena nota: Todo el éxito del mundo a El Carabobeño, sigan avanzando y cuenten siempre con esta pluma
Aarón A. Rodríguez Moro – @rodriguezaaron