A pocos días de que los ciudadanos chinos se reúnan para celebrar el Año Nuevo con copiosas comidas y cenas, el Gobierno del país asiático ha impulsado una campaña para evitar virus provocados por la ingesta de “comida rara”, como ratas, serpientes o murciélagos.
La Administración encargada de la seguridad alimentaria ha instado hoy a los ciudadanos a no ingerir “animales salvajes” y, sobre todo, a no innovar, pues en algunas partes del país, es común que los habitantes traten de sorprender en estas marcadas fechas con algún plato hecho a base de animales “no comunes” en la mesa.
En la provincia sureña de Cantón, por ejemplo, los chinos degustan comidas a base de serpientes o ratas, por lo que la Administración urge a que, si no todos los habitantes, al menos los mayores, niños y embarazadas se abstengan de lo que tildan como “cosas raras”.
Las autoridades han anunciado el inicio de inspecciones por todo el país para tratar de reducir las enfermedades derivadas de la ingesta de este tipo de alimentos durante la festividad del Año Nuevo, llamada en China “Festival de la Primavera”, que se celebra el 19 de este mes.
En estas marcadas fiestas, los ciudadanos chinos celebrarán el paso del caballo al de la cabra según el calendario lunar por el que se rigen y en el que cada año está liderado por un animal.
La preocupación del Gobierno está fundamentada. Un estudio de la Academia China de Ciencias reveló en 2013 que el mortífero virus del Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS), que provocó una pandemia y unas 800 muertes en 2002 China, procedió de una determinada especie de murciélagos que habitan en el país. EFE
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