Cuando analizamos la cantidad de alimentos importados por el gobierno en los últimos 7 meses estos superan los 3.000 millones de dólares entre materia prima y productos terminados, al añadir lo que se sigue produciendo en el país tenemos que entre ambos suman la casi totalidad de las necesidades de alimentos que consumimos los venezolanos.
Lo cual nos indica que los niveles de escasez no tienen justificación y observamos que son las redes de distribución de alimentos públicas las que no logran el nivel adecuado y eficiente para distribuir y poner a la venta los altos volúmenes importados; así como los adquiridos a las empresas productoras y agroindustrias nacionales, ya que el gobierno exige y logra prioridad en obtener buena parte de su producción.
El porcentaje de distribución pública debería cubrir el 50% del total de los alimentos que consumimos, al tomar en consideración la cantidad de locales para la venta existente, los depósitos, almacenes y la red de transporte. En su conjunto es la más grande del país y supera la casi totalidad de las cadenas de supermercados privadas, en su capacidad instalada para el manejo y venta de alimentos.
La realidad es que apenas logran un 20% ósea menos de la mitad de lo que su capacidad les permite. Le corresponde a estas redes públicas de distribución de alimentos aumentar su capacidad de cajas para la atención al público y acelerar el ingreso de los consumidores que tienen que esperar horas para acceder a los locales y otras tanto para pagar en las cajas, teniendo sus locales y cajas, capacidad para manejar entre a tres y cinco veces la cantidad de personas que le dan servicio, al compararlas con los volúmenes de personas que manejan los supermercados privados.
Las importaciones que hace el gobierno, se han realizado a través de la Corporación de Alimentos CASA, que es el organismo gubernamental responsable de realizar las compras a nivel internacional a empresas privadas en su casi totalidad.
El monto en dólares invertidos en estas importaciones, se acerca a la prevista de 4.000 millones de dólares para 12 meses anunciadas por voceros del gobierno el año pasado, es por ello que consideramos que lo importado es suficiente para no tener los niveles de escasez observados y encontrarnos que buena parte de los productos distribuidos en las redes de PDVAL, Bicentenario y Mercal son de las que producen las empresas privadas Venezolanas.
Es por ello que consideramos necesario solicitar a los organismos públicos responsables de estas importaciones le informen a los venezolanos, cuanto de esta mercancía se ha distribuido a los consumidores y las existencias en depósitos y el porqué de las fallas observadas en la red pública distribuidora de alimentos, así como las grandes dificultades que tienen los consumidores para logar tener acceso a estas y conseguir parte de los alimentos requeridos para su consumo familiar.
El gobierno sigue sin dar respuesta a las dificultades que tenemos los venezolanos para adquirir los alimentos que necesitamos y que la mayoría de las veces los adquirimos en la economía informal a precios muy superiores a los regulados.
Igualmente es necesario aclarar el alto volumen de contrabando de extracción de estos alimentos importados que se estiman que un 30% va a los países vecinos.
Es necesario resaltar que las redes privadas que distribuyen alimentos y otros productos cubren el 80% del consumo nacional. Con lo cual queda demostrado, la capacidad de estos para resolver buena parte de la compleja situación de fallas que nos afecta. Esto se pude observar en cualquier comunidad a lo largo y ancho del país.
Algunos análisis demuestran que los gastos operativos de las redes públicas son hasta 3 veces más que los privados, así lo demuestran las crecientes asignaciones de recursos públicos que se les otorga y requieren para sostener su funcionalidad y crecientes necesidades operativas. Nos referimos al elevado costo que originan la distribución y comercialización de estos alimentos.
Es absolutamente evidente que la escasez es producto de un muy mal manejo de la cadena pública en la distribución de los insumos. Improvisación, corruptela, ineficiencia y mala gerencia están al orden del día. Vicente Brito / Presidente Red por la defensa al Trabajo, la Propiedad y la Constitución