Productos destapados en los anaqueles, pasillos abarrotados con cajas y bolsas, cavas sucias y un tumulto de gente desesperada por entrar a comprar es la escena típica de los supermercados de Maracaibo cuando se corre la voz del despacho de artículos de primera necesidad, publica Panorama.
Muchos han sido los daños que han dejado los ‘bachaqueros’ a su paso al punto de obligar a funcionarios policiales y hasta militares a custodiar los establecimientos durante la venta de rubros subsidiados por el Estado. Un ejemplo de este descontrol fue el saqueo a una tienda Farmatodo, la madrugada del pasado 12 de enero, con la llegada de pañales.
“Cuando se acaban los rubros más pedidos como la leche, el pollo o los pañales, los supermercados quedan como si hubiese pasado un huracán. Los ‘bachaqueros’ son los que generan el caos. Rompen productos en el forcejeo de las colas y destrozan las cajas en las que nos llegan los artículos”, comentó bajo anonimato la cajera de un supermercado, ubicado en la calle 72 de Maracaibo.
A pesar del sistema biométrico y de los controles que ha impuesto el Gobierno nacional para evitar el ‘bachaqueo’ de productos de la cesta básica, no han logrado controlar la anarquía que generan los revendedores.
“Es común verlos abriendo paquetes de productos, echándose colonias y destapando productos solo por ver qué tienen. Ellos no los pagan y dejan eso así como si nada pasara”, criticó Lorena Garrido, residente del sector Sabaneta.
Ante estos hechos, el Ejecutivo regional ha colocado controles. El despliegue de la fuerza pública para evitar la pernocta de usuarios; bloqueo de más de 7 cédulas extranjeras falsas usadas para comprar con el sistema biométrico, y el veto a empleados de comercios por vulnerar el sistema captahuellas son algunos de los controles aplicados.
Sin embargo, estos controles se quedaron pequeños antes el arraso diario de los que se dedican a ‘comprar por hormigueo’ en los comercios de la ciudad. “No le permiten al ciudadano común hacer la compra de alimentos. Yo tengo tres hijos que atender y un trabajo al que debo cumplir. No tengo tiempo de hacer colas ni de caerme a golpes con los contrabandistas por un paquete de leche. Esto está fuera de control”, reclamó Omaira Rodríguez, usuaria.
Los robos de productos también son una escena típica dentro de los comercios. Corina Marrufo, consumidora, contó que en una oportunidad dejó su carrito de compras al cuido de otra persona mientras buscaba otro producto. “Estaba en la cola para pagar y le dije al que estaba detrás de mi en la fila que, por favor, me cuidara el carrito mientras volvía y al regresar se habían llevado todos los artículos regulados. Es increíble, pero los ‘bachaqueros’ parecen caníbales cuando llegan los productos que quieren comprar para revender”.