Al profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Complutense de Madrid, y número tres de Podemos, Juan Carlos Monedero, le interesa mucho conocer la adscripción política de sus alumnos, su opinión acerca del movimiento surgido en torno al 15-M, o sus simpatías por Venezuela, Bolivia y Ecuador. Y con este objetivo distribuye entre ellos un cuestionario en el que mezcla preguntas ideologizadas, con otras de relleno, para ocultar así su vocación de comisario político estalinista. Por el contrario, prefiere no plantear asuntos como la situación de la mujer en el Irán de los ayatolás, la amenaza yihadista o la intromisión de Rusia en el conflicto de Ucrania, publica ABC de España.
Son 19 preguntas, algunas de trámite -escritas en términos muy generales- y otras con clara intencionalidad política -para concretar al máximo la opinión del alumno-. Así, entre las cuestiones que Monedero quiere trasladar a los estudiantes para sondear sus tendencias figura, por ejemplo, la referida a «¿qué opinas del 15-M y el movimiento de los indignados?» Precisamente, el embrión de su partido, Podemos.
También interroga sobre «¿sabes algo de Guantánamo?» o «¿Qué sabes de Venezuela? ¿Y de Bolivia? ¿Y de Ecuador?» Le interesa muy especialmente cómo se informan sus alumnos de la situación que atraviesa el régimen chavista, porque insiste en preguntar «¿Cuáles son las fuentes que usas para configurar tu opinión sobre Venezuela y los demás países latinoamericanos?»
Monedero hace constar en la cabecera del cuestionario que el «test» es «anónimo», si bien a continuación explica que «su interés radica en saber lo que no se sabe». Suponiendo que el anonimato esté garantizado, ¿se sentiría libre un estudiante para responder que conoce lo que sucede en Venezuela a través de ABC? Un periódico que Podemos vetó en su asamblea constituyente y al que Maduro ha declarado la guerra.
Monedero insiste en conocer los medios de comunicación elegidos por los estudiantes de Ciencas Políticas, porque inmedianamente después interroga: «¿Con qué periodicidad lees el periódico?»; Y llegado a este punto, el número tres de Podemos busca concreción: «¿Prefieres alguno en concreto?»; Y, también, indaga, con vocación de fiscal, sobre los motivos de la elección: «¿Por qué?»
En la siguiente pregunta, intenta implicar a sus alumnos en un juicio popular contra los profesionales de la información, a los que además introduce en un mismo saco. «¿Crees que los medios de comunicación manipulan o informan? ¿Haces algo al respecto?».
La «casta», presente
A continuación, el interrogatorio se desvía hacia «la casta», sin hacer distinciones, buscando una descalificación generalizada de la clase política que allane el camino de Podemos para «tomar el cielo por asalto». «¿Qué opinas de los políticos? ¿Y de los partidos?». Pero quiere saber más de sus alumnos: «¿Militas o has militado en algún partido político»; «¿En cuál?»; «¿Y en algún movimiento social?», apura, a ver si alguien responde que en el que surgió alrededor del 15-M.
«¿Qué opinas de la concesión del Premio Nobel de la Paz a Obama?», plantea en otro momento Monedero, quien, sin embargo, no pone en cuestión que en su día se lo dieran al argentino Adolfo Pérez Esquivel, defensor de la negociación política entre el Gobierno y ETA. «¿Tienes criterio sobre la memoria histórica en España?», pregunta a continuación. Nada sobre 50 años de terrorismo etarra, el 11-M…
La concreción de las preguntas interesadas contrasta con la generalidad que caracteriza a las que son de puro relleno. «¿Crees que Europa se diferencia de otros lugares del mundo»; «¿Cuál crees que es la especificidad europea y de dónde crees que nace?», plantea en un alarde de nulo interés.