La Policía tunecina arrestó en los últimos días a 32 presuntos yihadistas, algunos de los cuales partieron para unirse al Estado Islámico (EI) en Siria e Irak y que en su regreso “preparaban atentados espectaculares”.
Según informaron hoy medios oficiales, los presuntos terroristas preparaban atentados contra “instalaciones vitales”, incluido el Ministerio de Interior, situado en la principal arteria de la capital tunecina, y en edificios civiles.
“Durante los pasados tres días, fueron arrestados 32 terroristas que planeaban atentados en la capital y otras ciudades. Algunos habían viajado a Siria”, explicó a los medios Mohamad Ali Aroui, portavoz del departamento de Interior.
Aroui aseguró que la operación policial sigue abierta en zonas del sur, como Gafsa, y que se busca a un sospechoso llamado Murad Gaesseli.
Los arrestos se produjeron mientras Túnez aprobaba la formación del Gobierno que ha puesto fin a la transición política en el país y en vísperas del segundo aniversario del asesinato del diputado de izquierdas y defensor de los derechos humanos, Chukri Belaid, de cuya muerte se acusa al principal grupo radical islámico Ansar al Sharia, que también actúa en Libia.
El miércoles, tras una visita a la vecina Argelia para tratar la seguridad en la frontera común -por la que circulan movimientos yihadistas con base en el Sahel- el presidente del país, Beji Caid Essebsi, admitió que el terrorismo de esta naturaleza es una de las principales amenazas, pero tendió la mano a aquellos que viajaron a Siria y ahora regresan, “si renuncian al islam radical”.
Túnez es el país árabe del que más nacionales han partido para unirse a las filas del EI en Siria e Irak, unos 3.000 calculan los expertos, de los que unos centenares ya han regresado. EFE