A las 12 de la medianoche de este sábado, comenzó a formarse la cola en el mega Pdval de Colinas del Sur, municipio Palavecino, y ya a las seis de la mañana, ya las filas contabilizaban unas 200 personas.
Según los compradores, la descomunal fila se debía a que había harina de maíz, carne de res y papel sanitario.
Pero la cola de la tercera edad parecía estacionada a la 10 de la mañana. Los abuelos utilizaban cualquier recurso para guarecerse del inclemente sol, mientras que en otra cola, más larga aún, se quejaban de la lentitud, pues pasaban al establecimiento solo 20 personas cada 30 minutos.
Ana Méndez, con 65 años, denunció que a ese Pdval acuden personas de todas partes de Barquisimeto y hasta de Yaritagua, por tanto no se da abasto para los habitantes de Palavecino.
Mencionó además que tenía una hora y media en la fila y que la Guardia Nacional había tomado el control del recinto y de la organización, haciendo el proceso más lento y tortuoso.
Con el terminal de la cédula
Marilú Véliz, proveniente de La Mata, refirió que el sistema de compra era sencillo pero igual lento, pues los lunes sólo pueden comprar las personas cuya cédula de identidad termina en cero o uno; el martes corresponde a los terminados en dos y tres; miércoles cuatro y cinco; jueves seis y siete; viernes ocho y nueve; y el sábado las ventas era para todos.
Venta regulada
No obstante, la venta de los artículos de consumo masivo son estrictamente controlados por el sistema de captahuellas y sólo se pueden adquirir uno, dos o tres artículos por persona.
“La leche en polvo o líquida, una por persona cuando hay poca. La bolsa de 900 gramos cuesta 70 bolívares”, reveló.
El comprador tiene acceso a tres harinas de maíz por semana, un paquete de carne de dos kilogramos, dos pollos y un paquete de papel sanitario de cuatro rollos.
Vía El Impulso.