La agencia Standard & Poor’s bajó el lunes la calificación de crédito soberana de Venezuela a “CCC” desde “CCC+”, con perspectiva negativa, tomando en cuenta la caída de los precios del petróleo y el fracaso del Gobierno en enfrentar las distorsiones económicas.
En una mención por separado, S&P mantuvo la calificación de deuda de Ecuador en “B+/B” y el panorama estable para su economía, reflejando la expectativa de que el Gobierno tome medidas para contener su déficit fiscal.
S&P señaló que la economía de Venezuela podría contraerse hasta un 7 por ciento en 2015 y la inflación llegaría al 100 por ciento o más a fin de año por una escasez de productos básicos.
“Creemos que la presión está aumentando para que el Gobierno reestructure parte de su deuda en el mercado o lleve adelante una operación de gestión de pasivos para refinanciar parte de su deuda con vencimiento en los próximos uno o dos años”, dijo S&P en un comunicado.
El sistema de control cambiario y los enormes subsidios a los combustibles de Venezuela estarían drenando las reservas internacionales del país sudamericano, reduciendo su capacidad para cumplir con el pago de su deuda.
Los bonos soberanos venezolanos se negocian actualmente a precios alarmantes, con rendimientos anuales de entre 20 y 53 por ciento.
La agencia considera que existe un 50 por ciento de probabilidades de reducir la calificación de deuda soberana de Venezuela este año o el próximo a “default selectivo”, lo que podría ocurrir por “un canje de deuda llevado a cabo en circunstancias complicadas”.
Los bonos venezolanos han rebotado desde la semana pasada por un aumento de los precios del petróleo. El precio del Global venezolano al 2027 subió 3 puntos básicos el lunes para rendir 23,439 por ciento.
El presidente Nicolás Maduro ha dicho que Venezuela cumplirá con sus compromisos y descartó la posibilidad de un default, diciendo que era un rumor propagado por los enemigos del país.
Muchos inversores en Wall Street siguen teniendo bonos venezolanos en sus carteras, destacando las enormes reservas petroleras de la nación sudamericana y sus sólidos antecedentes en el pago de su deuda. Reuters