Especialistas y voluntarios han reflotado hoy a la mayor parte de las 198 ballenas piloto que quedaron varadas cerca de la bahía Golden, en la Isla Sur de Nueva Zelanda, pero 50 ejemplares murieron.
Según la emisora Radio New Zealand, el grupo de cetáceos liberados todavía tiene que nadar a mar abierta.
El portavoz del Ministerio de Conservación de Nueva Zelanda, Mike Ogle, dijo que esperan que la marea contribuya a llevarse a esta comunidad de ballenas piloto mar adentro.
Personal de Conservación y voluntarios del Proyecto Jonah han colaborado para salvar a estos cetáceos atrapados en una zona arenosa conocida como Farewell Spit, indicó la cadena de televisión TV3.
Decenas de ellos quedan varados anualmente en esa zona de Nueva Zelanda, cuyas aguas forman parte de la ruta que hace esta especie cuando abandona la Antártida y cuando regresa a las aguas antárticas en septiembre.
La ballena piloto, también llamada Calderón común, es un ejemplar de frente abombada y cuerpo robusto que puede alcanzar entre seis y siete metros de longitud. EFE