En un mundo cada vez más globalizado hay que buscar la esencia de los lugares que visitamos en los pequeños detalles y la gastronomía es el más potente de ellos. Picante, especiada, producto del mestizaje de diversas culturas, basada en los productos autóctonos… te invitamos a descubrir las mejores cocinas del mundo.
Italia
La más internacional de las cocinas del mundo (¿donde no hay una pizzería o una trattoria para disfrutar de una buena pizza o un delicioso plato de pasta?) tiene en los productos mediterráneos su base casi inamovible a la que da varias vueltas de tuerca para convertirla en una de las más apreciadas. A pesar de su variedad –la cocina lombarda poco se parece a la siciliana– la gastronomía italiana se caracteriza por lo esencial, por condensar los aromas y sabores de sus ingredientes más cercanos (recordemos que el slow food tiene en la Toscana su cuna).
España
Cada rincón de España produce, elabora y consume distintas especialidades gastronómicas que si bien son muy distintas entre ellas, tienen varios denominadores comunes como el uso de ingredientes de proximidad, la profusión y mezcla de sabores, así como el reto de ir modernizando las recetas hasta convertirlas en platillos de fama internacional. El País Vasco y Cataluña están la cabeza en cuanto a sofisticación y excelencia gastronómica, pero no hay que olvidar los deliciosos productos del resto de España como el jamón extremeño, el marisco gallego y la amplia gama de vinos de todo el territorio.
Francia
Durante años ha sido el emblema de la gran cocina mundial, y desde 2010, su gastronomía forma parte del Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, lo que da una idea de la trascendencia que tiene la comida en este país y la gran influencia que ejerce en todo el mundo. Además del uso de productos de gran calidad, la cocina francesa se caracteriza por su constante innovación y porque en Francia el hecho de comer va más allá y se convierte en un acto social de gran relevancia. En el territorio francés se pueden encontrar numerosos restaurantes distinguidos con estrellas Michelin, pero también infinidad de pequeños bistrós donde sirven las mejores delicias de la cocina francesa.
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