Pasó un año exacto de aquel discurso multitudinario en Chacaíto donde miles de venezolanos fueron testigos de cómo encarcelaban injustamente a Leopoldo López tan solo por expresar sus ideas, sus pensamientos y por querer un cambio para el país. Ese día, Leopoldo le dijo a los venezolanos “El que se cansa pierde”.
Leopoldo como líder que es, está dando el ejemplo y demostrando que él no se ha cansado, al contrario, luego de 365 días de su detención arbitraria tuvimos el privilegio de escucharlo desde la prisión militar, donde más que una entrevista a Fernando del Rincón fue una llamada que Leopoldo hizo a los venezolanos.
El 18 de febrero de 2015, Leopoldo López desde Ramo Verde, en ejercicio del derecho que tiene de hacer llamadas, desde el teléfono público dispuesto para tal fin, nos llamó a todos los venezolanos para contarnos, como se cuenta a un amigo, como ha vivido ese último año, las actividades que ha realizado para mantenerse firme y fuerte en sus convicciones, como son sus mañanas y sus noches pero sobre todo nos llamó para decirnos que la lucha por liberar al país está en manos de todos los venezolanos y que sigamos luchando y comprometidos con Venezuela, que él desde la cárcel, todos los días sigue trabajando con el firme propósito de cambiar al país.
Queríamos escuchar más, su serenidad al hablar, entereza, valentía, ideas claras sobre el futuro de Venezuela y su madurez como político, nos transmitió esperanza, la esperanza que pronto lo volveremos a ver recorriendo las calles del país y compartiendo ideas de cómo reconstruir a Venezuela con un nuevo modelo. Desafortunadamente, la llamada se cortó abruptamente por el miedo del coronel Homero Miranda, un infame carcelero de bota y uniforme. Leopoldo no se pudo despedir de quienes lo escuchábamos atentamente, no pudo enviar su mensaje final, solo el silencio nos indicó que finalizó la conversación y ahora sabemos que como consecuencia de esa valiente llamada se encuentra en una celda de castigo y aislado aún más.
A partir de la detención arbitraria de Leopoldo López aquél 18 de febrero de 2014, los venezolanos y el mundo saben que él es inocente, así como de las violaciones de derechos humanos, persecuciones, represión e impunidad que adelanta, como política de Estado, el régimen totalitario de Maduro y Cabello, el cual en gran medida, se ha logrado desenmascarar a raíz del encierro de Leopoldo y de los demás presos políticos que existen en el país.
Esa llamada que hizo Leopoldo desde el teléfono público de la cárcel militar de Ramo Verde fue un acto más de firmeza y convicción en lo que cree, ejemplo que deberían seguir muchos. El tenía la necesidad de hablar con Venezuela a un año de su detención arbitraria y también sabía las consecuencias de esa llamada, y lo escuchamos ayer: “Ya estoy castigado por mis palabras, preso por mis ideas, por eso me están enjuiciando. Entonces si en este momento hacer una llamada de teléfono y expresar las ideas, expresar nuestra propuesta de cambio, sobre todo en estos tiempos de crisis en Venezuela, entonces bien vale la pena.”
Ante el ejemplo, sacrificio, firmeza, valentía y el ser consecuente con tus palabras y acciones la mayoría de los venezolanos te decimos: ¡Gracias Leopoldo!
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